El mágico mundo del circo Gasaui

“Ingresé en el circo cuando tenía 12 años, pero ya me gustaba desde que era pequeña y pensaba: cuando sea grande voy a entrar aquí. Me enamoré del espectáculo y comencé a dar mis primeros pasos en la vida circense en pequeños shows, hasta perfeccionar mi técnica como aerolista y hace siete años estoy en la función del circo Gasaui”, comentó la artista María José Chuve Álvarez.

La joven artista forma parte del circo Gasaui, cuyos integrantes presentan un espectáculo de primer nivel en La Paz, con un repertorio que incluyen aerolista, contorsionista, trapecistas, acróbatas, payasos, “Iron-Man” el hombre bala, el motociclista suicida y el péndulo, entre muchos otros.

“La familia Gasaui tiene la herencia de ser el primer circo que llegó a Bolivia en 1930. Mi padre siguió los pasos de mi abuelo y ahora como cuarta generación continuamos con esta tarea en compañía de mi esposa, hijos y un selecto grupo de artistas. Somos un circo boliviano que radica en Santa Cruz”, explicó Emilio Gasaui, administrador del espectáculo.

LOS ARTISTAS

La presentación del espectáculo incluye a 24 artistas nacionales e internacionales y 11 personas de apoyo. Algunas de las atracciones principales son el cañón humano con el personaje de Iron-Man, el péndulo y el motociclista suicida.

En Bolivia no existe una escuela de formación de artistas circenses, como en otros países, por esta razón las técnicas, que son aprendidas por los abuelos, son trasmitidas a los padres y éstos a sus hijos, así sucesivamente.

“El circo traspasa de generación en generación, las técnicas son aprendidas por los antiguos maromeros circenses. La enseñanza es cerrada para la familia, así por ejemplo si apellidan Farfán provienen de una línea de trapecistas reconocida a nivel mundial. En nuestro caso los Gasaui somos conocidos como trapecistas y acróbatas”, recordó el Administrador del espectáculo.

MARÍA JOSÉ CHUVE

Incursionó en el circo a sus 12 años como aerolista con los aros de fuego, pero la técnica que perfeccionó fue con ula ula, presentándose en el espectáculo con soltura, seguridad y mucha destreza.

“Comencé con los aros de fuego, continué con el ula ula y algunos actos de magia. Tengo la intención de perfeccionar los aros, pero en las alturas, para lo cual estoy ensayando actualmente y espero que por lo menos en dos a tres meses logre perfeccionar esa técnica para poder presentarla”, explicó la artista.

Chuve tiene la intención de convertirse en una artista de primer nivel, para lo cual concluirá sus estudios de bachillerato que, actualmente, combina con su vida en el circo y sueña con conocer otros países europeos y latinoamericanos.

Consultamos a la artista acerca de lo que se requiere para su formación, a lo que respondió: “En principio lo hallaba difícil, pero a medida que iba ensayando se volvió fácil, lo complicado fue la bola de fuego. Para cada acto se debe practicar todos los día, llegando a perfeccionarlo”.

FABIÁN GASAUI HIEBER

Tiene 18 años de edad, es hijo de Emilio Gasaui y Anelí Hieber, él es parte del circo desde colegio. Anteriormente, practicaba gimnasia y tocaba violín. Su primera presentación fue con su hermano Emilio, de 11 años, en el dandy y continuaron con acrobacia.

“Al comenzar la gira por Oruro decidí ser payaso, mi madre me confeccionó la ropa y mi abuela me compró los zapatos. Me presenté y a la gente le gustó mucho, a mí más, porque eso me motiva a mejorar para ser un buen payaso. El hacer reír no es fácil tienes que hacer que la gente esté despierta y no se aburra, tenerla alegre y nuestra mayor recompensa son los aplausos”, aseguró el payasito.

Las acrobacias son una tarea que comparten Fabián, Emilio y Salvador Gasaui en la cama elástica, donde los tres hermanos ejecutan piruetas, el mayor que los sujeta, porque es el más fuerte y los dos menores que hacen lo suyo.

“Pienso seguir en el circo y me gustaría estudiar Comunicación Social y Arquitectura. Me dedicaría a perfeccionar mi técnica a partir de las cuatro de la tarde. Es muy bonito trabajar con tu familia, no importa si te equivocas, porque tienes la opción de practicar más y mejorar”, dijo convencido Fabián.

ANELÍ HIEBER

La madre de Fabián fue aerolista y trabajó más de 30 años en los escenarios, pero un desafortunado accidente hizo que se retirara. En la actualidad se encarga de realizar el diseño del vestuario para las presentaciones, el mismo que es renovado durante las giras realizadas.

“Trabajé 30 años en el circo efectuando acrobacia y como aerolista, para lo cual se requiere de gimnasia, agilidad y gracia. Puedes matarte haciendo un número acrobático, pero si no le caes bien a la gente no sirve. Antes, nosotros ensayábamos de principio a fin para perfeccionar nuestra técnica”, expresó Anelí.

La aerolista comenzó desde sus 10 años, cuando su madre se casó con una hombre de circo, mientras ella se iba de gira, la niña vivía con su tía, pero en una vacación viajó con ella y no quiso dejar el espectáculo. Su madre le dijo que si en 4 meses no aprendía debía dejarlo y lo hizo en un mes.