Buscando la verdad
El reciente cónclave del “Grupo de los 77 + China” llevado a cabo en Santa Cruz, Bolivia, el 14 y 15 de junio de 2014, despertó nuevamente apasionadas discusiones en las redes sociales entre oficialistas y los que no lo son, cuando en circunstancias políticas normales tal encuentro debió ser todo un acontecimiento y un factor de cohesión tratándose de un evento internacional que pudo servir para proyectar la imagen de una Bolivia unida. De que se pudo hacer mejor las cosas, es cierto, pero de que se exageró e indebidamente se insultó a las autoridades, también.
En lo personal, no me dejó de sorprender la ausencia de varios presidentes de peso, a quienes no les hubiera costado nada desplazarse a Bolivia. ¿Por qué no vino ningún Primer Mandatario de los BRICs (Brasil, India, China)?
Siendo que el nombre del G77 y el de China van juntos, la ausencia del Presidente chino motivó especulaciones sin respuestas aún: Desde que su agenda se organiza con dos años de anticipación (entonces… ¿el G77 no cuenta?); hasta que hablar de emisión de GEI (gases de efecto invernadero) resulta incómodo, siendo que los BRICs aportan más del 30% de las emisiones de GEI a nivel mundial; o que no vino debido a una posible molestia causada por la denuncia de las supuestas limitaciones del satélite Túpac Katari.
Tampoco dejó de llamar la atención el gran despliegue policial y militar al extremo de inducir una extraña sensación de inseguridad en la ciudadanía (“a qué nos estarán exponiendo estos señores”, “están tomando la ciudad”) apaciguada primero por el aguacero, y el frío, después.
Lo que no dejó de impresionarme fue la celeridad con que se construyó la “Av. G77+China”, al mismo tiempo que preocuparme sus fallas por los escombros abandonados y verdaderas lagunas sobre la vía, especialmente en una increíble curva de “90 grados” que -de no mediar Dios- casi nos cuesta la vida a tres personas al volver de noche desde el aeropuerto ¡a sólo un día de su inauguración!
En todo caso, más allá de la Declaración de Santa Cruz y sus buenos deseos no vinculantes; de la infraestructura desarrollada; de las comunicaciones mejoradas o la promoción turística y productiva del país, si algo bueno dejó el G77+China fue el demostrar que -cuando hay la voluntad de hacer bien las cosas- es posible trabajar juntos: Gobierno Central, Gobierno Departamental, Gobierno Municipal y Sociedad Civil (empresarios, academia, prensa). Ojalá sea real -y no electoral- como se dice, por el bien de nuestra amada Bolivia.
El autor es Economista, Magíster en Comercio Internacional.
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