Pérdida de los valores sociales


 

El caso de un grupo de jóvenes y menores de edad que incursionó en acciones delictivas es un ejemplo patético del grado al que está llegando la pérdida de los valores sociales en la sociedad boliviana. Las consecuencias, como se puede advertir, adquieren alcances dramáticos para las propias familias.

Este es el caso de un padre de familia que tuvo que entregarse a la Policía asumiendo la responsabilidad de su hijo. El gesto podría ser considerado como dignificante, en cuanto al amor familiar, pero puede ser que también esté reconociendo que no supo o no pudo cuidar la formación de su hijo.

El Ministerio de Gobierno informó que en 2015 se tenía registros que daban cuenta que en toda Bolivia existían entre 15.000 a 20.000 adolescentes que integraban pandillas. La formación de éstas básicamente tiende a incurrir en actos irregulares, si acaso no son delitos, como se refleja claramente con lo que acontece y que en estos días acapara la atención pública.

Otra cosa es cuando los jóvenes se organizan en clubes sociales para tener actividades deportivas, reuniones de amistad o para celebrar fiestas. Tampoco hay que dejar de mencionar que, en ocasiones, es para cumplir alguna función pública e incluso de beneficencia.

Entonces, corresponde hacer estas puntualizaciones, para no caer en la generalización, menos en dejar de poner de relieve que hay adolescentes que adoptan conductas positivas e incluso plausibles, cuando están dedicadas a prestar algún servicio de orden social.

Sin embargo, la oportunidad de lo que acontece con el grupo de jóvenes y niños aprehendidos en La Paz exige profundizar en las causas que expliquen, de manera más o menos racional y exhaustiva, sus manifestaciones previas y sus orígenes.

En primer término se puede señalar que es el resultado de la pérdida de los valores sociales entre los bolivianos. Por tanto, es posible sostener que sus raíces tienen que ver con los malos comportamientos, no sólo de adolescentes, sino también de adultos de todos los estratos sociales.

En este orden, ha sido muy significativo lo que un jurista declaró a EL DIARIO el viernes último, al referirse al acumulamiento de las causas judiciales, al punto que los juzgados no se dan abasto para despachar los trámites en curso, siendo una de las motivaciones de la retardación en que cae la justicia.

Dijo que el origen de tanta demanda judicial se debe a que los bolivianos son extremadamente” pleitistas”. Con ello, dio a entender que es producto del mal relacionamiento que se produce entre familiares, vecinos, compañeros de trabajo y que todo ello se refleja en las debilidades de la convivencia colectiva.

¿A qué atribuir estas deplorables conductas? Sus inicios se remontan, sin duda alguna, al hogar. Es en él donde tiene que recibir el niño, desde su más corta edad, los buenos hábitos, entre ellos los valores sociales, tanto en el ámbito intrafamiliar como en el relacionamiento con los demás.

El refuerzo de los mismos debe producirse en la escuela, al menos esto es lo que ocurría en la educación primaria del pasado. Al respecto, sería pertinente anotar que estos procesos de formación cívica y social se producían en las que se llamaba “horas cívicas”. Pues, en ellas incluso se impartía enseñanzas de carácter religioso.

Desde hace tiempo todas estas posibilidades de educación han sido suprimidas, en la educación fiscal, por lo menos. De ahí que ahora se experimenta que cuando una persona ingresa a un vehículo del transporte público y saluda, nadie le responde, aunque, ocasionalmente, no falta alguna excepción.

¿Qué se pone de manifiesto en una cuestión de tan elemental educación? Simple y llanamente la pérdida de los valores sociales. Consiguientemente, a lo que se puede arribar como conclusión es que no es dable extrañarse de que los adolescentes de hoy carezcan de ellos y, peor todavía, que deriven en inconductas punibles.

TITULARES

 
Revistas

Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender
la libertad y la justicia.
Reinició sus ediciones el primero de septiembre de 1971.

EL DIARIO
Decano de la Prensa Nacional
Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa y la Asociación Nacional de Prensa.

Dirección:

Antonio Carrasco Guzmán
Presidente del Consejo de Administración

Jorge Carrasco Guzmán
Gerente General

Rodrigo Ticona Espinoza
Jefe de Redacción

"La prensa hace luz en las tinieblas
y todo cuanto existe de progreso en el mundo
se debe a su inagotable labor"...

JOSÉ CARRASCO


Publicidad
Portada de HOY

JPG (778 Kb)      |       PDF (406 Kb)



Caricatura


Sociales

JUNTA REGLAMENTARIA DEL CLUB LEO WARA

Elizabeth Balcázar, Jaime Rivera, Daysi Soria y Rodolfo Dávalos.

NUEVA GAMA DE ALCATEL ONETOUCH

Nicolle Figuereo, Sammy Jerez, Italo Clementi, Belén Flores, Helen Álvarez y Carol Alvizuri.