“El proceso pensante que tiene cada ser humano”

Todos tenemos una especie de circunferencia o círculo imaginario formado por pensamientos que son, en su parte más conocida como palabras, imágenes mentales y sensaciones.

Ese círculo imaginario de pensamientos, produce nuestra realidad y nuestro destino.

Nuestra vida es en esencia la manifestación constante de “ese círculo constante de pensamientos” que da vueltas dentro o fuera de nuestra mente y se lo siente como un diálogo interior permanente.

Este diálogo interior es la historia que nos contamos a nosotros mismos y crea nuestras circunstancias, nuestros estados personales, nuestros estados relacionales y los resultados que vamos obteniendo en la vida; si no controlamos las palabras que se dicen en ese diálogo mental constante, nuestro destino será todo menos lo que realmente deseamos para nosotros y para nuestros seres queridos, por lo tanto, aprender a introducir nuevas palabras, que sean positivas, veraces y necesarias es la actividad mental que puede producir mejoras en nuestra vida.

Con la repetición de palabras nuevas o de pensamientos nuevos podemos hacer  muchas mejoras en nuestra vida personal, relacional y sobre todo, en nuestra vida emocional.

Comenzar a contarnos nosotros mismos una mejor historia de nuestra vida hace que esas mejoras vayan produciéndose por el efecto manifestador de nuestra mente.

Vamos a un pequeño ejercicio para poder probar el poder manifestador de nuestra mente con la introducción de un nuevo y mejor pensamiento en nuestro torrente mental diario, vamos a repetir en voz alta en un lugar tranquilo la siguiente sugestión:”Todo está mejorando en mi vida, en mi salud y en mis asuntos”.

Antes de hacer el ejercicio de sugestión conviene limpiar un poco nuestra conciencia o nuestro subconsciente dándole un vistazo a nuestra vida para ver si estamos practicando  falsedades o verdades y corregir simplemente lo que se considere que no está bien en nuestra vida.

Después de esa limpieza de conciencia, ya se puede repetir su sugestión (Todo está mejorando en mi vida, en mi salud y en mis asuntos) por un tiempo igual o mayor a nueve minutos o hasta que salgan tres bostezos de su interior corporal.

Repita su ejercicio por unos dos o tres días o por el tiempo que haga falta o hasta que se produzcan esos efectos deseados en su vida; nos vemos en el artículo de mañana.

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