Mundial de fútbol en Bolivia

Con una delicadeza inusual, la intrépida periodista, mi discípula, me preguntó si yo había asistido alguna vez a un Campeonato Mundial de Fútbol, interrogante que me sorprendió y al cual respondí sin vacilar que nunca lo había hecho, por sentir muy poco aprecio por aquellos ciudadanos que trabajan con las patas, como son los futbolistas y algunos políticos a quienes todos conocemos.

Después de esa pregunta aparentemente inocente, mi astuta corresponsal en el Palacio Real de la plaza Murillo me comunicó con ilusión y entusiasmo que en los círculos palaciegos se había enterado de que nuestro Presidente Vitalicio se encuentra gestionando ante las autoridades mundiales del balompié la realización de un Campeonato Mundial de Fútbol en Bolivia, para que podamos celebrar dignamente el Segundo Centenario de la Independencia de Bolivia, fecha en la cual seguiremos siendo gobernados por el actual mandatario.

Como no soy tan ignaro en asuntos balonpedísticos, le manifesté a la cholita valluna que los campeonatos mundiales de fútbol se realizan en países designados con mucha anticipación, como lo fue Rusia, donde se realizará el próximo y ya sabemos que el siguiente se jugará en Dubái, concluyendo mi observación en la imposibilidad de que un Campeonato Mundial pudiera jugarse en nuestro país.

Luego de mi observación que me pareció juiciosa, la cholita cochabambina nacida en Quillacollo lanzó una risotada que me pareció irrespetuosa y me dijo: “No, pues, Jefecito, el Campeonato Mundial de Fútbol que se realizará en Bolivia el año 2025 se jugará en las canchitas de césped sintético que ha entregado nuestro incomprendido Evo a lo largo de estos 11 años de Gobierno. Para agosto de 2025 tendremos muchísimas más, como para que puedan competir selecciones de todos los países de la Tierra”.

Así pudimos conciliar criterios con mi comadritay, quien agregó: “Sería una locura pensar en un Campeonato Mundial que tuviera que jugarse en las canchas de nuestras ciudades como las tenemos actualmente, pero sería un éxito si organizáramos esa competencia mundial en las canchitas que ha entregado y seguirá entregando nuestro presidente Evo en todo su largo ejercicio presidencial”.

De todas maneras, la entusiasta Macacha y su escéptico compadre nos abrazamos en señal de paz ante un pintoresco Mundial de Fútbol en las canchitas que entregó y seguirá entregando nuestro entusiasta gobernante y futbolista Evo Morales.