Los habitantes de la población de Copacabana alertaron sobre el intento de un nuevo robo a las joyas de la Virgen de Copacabana, debido a la falta de seguridad en la propia iglesia, aunque el párroco a cargo de la administración pastoral afirmó que las preseas están guardadas en un lugar “reservado”.
Por otro lado, ante el peligro de una nueva pérdida de las joyas de la Virgen de Copacabana, las comerciantes de escapularios e imágenes, denominadas medalleras, donaron a la iglesia ocho videocámaras, las que fueron instaladas de inmediato, además anunciaron que entregarán posteriormente otras 29 unidades.