Gustavo Gonzales Castillo
Tal vez no se está identificando con claridad el problema del ejercicio de la medicina, el tema es mucho más delicado y sensible de lo que se piensa, que dicho de otra manera, es la vida misma de una persona que está en juego, de existir o dejar de existir.
En términos generales, debemos mencionar que los médicos son personas que han estudiado la ciencia de la salud, son profesionales de nivel superior académico universitario y con especializaciones y mucha práctica en diferentes universidades del mundo, pero también son seres humanos con virtudes y defectos y hay que comprender, por consiguiente, que los médicos no son dioses, y no pueden asegurar en muchos casos la solución de una enfermedad conforme a su voluntad, por mucho esfuerzo y ética que pongan en su tratamiento. La decisión de Dios está por encima de cualquier voluntad humana, deseo de un médico o de una familia.
En Bolivia, en la China o en Estados Unidos los médicos realizan su trabajo curando enfermedades, realizando cirugías, salvando vidas, y lo logran para felicidad de miles y miles de pacientes y sus familias, consiguiendo que sigan caminando por las calles gracias a su participación. Sin embargo, en muchos casos, a pesar del mayor esfuerzo que realicen, o el tiempo invertido, no es posible que logren resultados positivos, debido a la complejidad de la enfermedad o lo delicado que es el ser humano en sus diferentes edades, desde la niñez, juventud o vejez.
En el ejercicio de sus funciones, lidian con otras deficiencias para el tratamiento y curación de sus pacientes, como son las inadecuadas infraestructuras hospitalarias, equipos médicos obsoletos, la falta de insumos conforme a requerimientos, de recursos humanos y otros. Por otra parte, existen otras limitaciones de carácter científico, en cuanto se refiere al avance de la ciencia, siguen existiendo muchos misterios e interrogantes sin respuestas en medicina. Esta situación seguramente crea impotencia en los médicos para dar solución a varias enfermedades.
La redacción del artículo 205, penalizando al médico, es muy apresurada y ofensiva para los profesionales del sector. Considero que fue elaborado solo por políticos y no por expertos en el rubro y juristas especializados. Además el tema no debería estar en este código, por ser insuficiente en su contenido. Así como está este artículo, se presume que el médico debe asumir toda la culpabilidad, con el deterioro de su imagen y demostrar lo contrario posteriormente. Por consiguiente, la discusión de incluir o excluir este artículo en el Código Penal está fuera de contexto.
Para afrontar con seriedad el problema, se requiere de un análisis sobre la política nacional de la salud, mucho más profundo, con indicadores de carácter estructural, técnico, médico y jurídico, con la participación del Estado, representado por el gobierno, organizaciones de la salud, médicos, juristas especializados y la sociedad, debiendo encontrar soluciones. Donde seguramente analizarán varios aspectos, desde quiénes deben ejercer, cuándo, dónde, cómo, requisitos, supervisiones, controles, infraestructuras, equipamientos, motivaciones, sanciones, capacitaciones permanentes, especializaciones, soportes económicos, etc. Debiendo concluir con la emisión de un Código General de la Medicina o Ley General de la Salud.
Y la pregunta surge, ¿dónde están las organizaciones de profesionales, como la Federación de Profesionales de La Paz y la Federación de Profesionales de Bolivia que desaparecieron del mapa y no aportan con ideas positivas para la solución de este problema? ¿Los dirigentes solo servirán para pedir cuotas a sus afiliados y vegetar en forma perpetua en sus cargos?
El autor es ex presidente del Colegio de Auditores de Bolivia.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |