Construir y conservar carretera El Sillar

Hace poco, luego de inspeccionar el sector El Sillar en la carretera Cochabamba-Santa Cruz, el Ministro de Obras Públicas comprometió al gobierno para “construir y mantener el sector El Sillar” que casi anualmente sufre derrumbes y no deja que la importante carretera funcione normalmente. Similar propósito fue hecho por muchos gobiernos y jamás pudo ser cumplido. Desde la construcción del Camino uno y cuatro, El Sillar tuvo deterioros y las reparaciones se han producido sin que se logre algo definitivo. Las Fuerzas Armadas y otras entidades han intervenido en el propósito y no logró resultado que permita un funcionamiento normal de esa carretera. Ahora son formulados nuevos propósitos que, es de esperar, tengan un feliz resultado.

Construir carreteras y disponer su permanente mantenimiento es propósito de quienes dirigen la Administración Boliviana de Carreteras (ABC) y los resultados son siempre nulos porque, luego de arreglos circunstanciales, todo queda en lo mismo: más deterioros y mayores ofertas de arreglos definitivos. Si se realizase una auditoría de las veces que se ha emprendido obras para componer El Sillar, como sector importante del camino a Santa Cruz, seguramente se llegaría a la conclusión de que se ha invertido montos millonarios capaces de cubrir costos de un nuevo sector y que sea definitivo. Pero a nadie se le ocurre esa auditoría y menos formular un presupuesto y nuevos planos para realizar obras definitivas.

Es de esperar que esta vez surta la palabra empeñada y se cumpla con la reparación de tan importante sector; pero antes que se dé a conocer detalles, planos, proyectos y demás inversiones que seguramente es preciso hacer; de otro modo, todo quedará en las simples ofertas sin visos de hacerlas realidad. El pueblo está cansado de lo mucho ofertado por gobiernos en los últimos veinte años y cualquier compromiso de construcción y mantenimiento de caminos y carreteras. Ahora espera cumplimiento y no sea, simplemente, promesa u oferta circunstancial por razones políticas.