El vía crucis de los dolientes al adquirir un servicio funerario

Un destino inevitable: la muerte y una institución aún más inevitable: la funeraria. “Así es la vida”, dicen los familiares cercanos al difunto, que en el momento de la partida del ser querido tienen que lidiar con los encargados del cementerio, las casa fúnebres, los gastos extra y la comunicación a los allegados, de manera que, muchas veces, se debe dejar de lado las lágrimas, porque los gastos aprietan.

Se acabó el tiempo en el que uno tenía que pensar en un servicio fúnebre y correr a la calle Figueroa para contratar los carros, el ataúd, el velatorio y más. Ahora, son las funerarias las que vienen al encuentro de los familiares del difunto para ofrecerles sus servicios. Nadie sabe cómo se enteran, pero ahí están.

La oferta comercial es variada; ofrecen desde el más lujoso ceremonial y servicios hasta el más humilde y económico. Bien dice la expresión “en la variedad está el gusto”; es que los servicios fúnebres están justo en ese momento del dolor para mostrar su variedad.

La muerte no espera, la funeraria tampoco. En la ciudad de La Paz la inoportuna presencia de las funerarias en los hospitales como el Obrero el Hospital de Clínicas, el Materno infantil, del Tórax, y otros, molesta a los familiares e incluso a los médicos de turno, porque éstos están al acecho, en el momento en que las defensas psicológicas del que sufre están por los suelos.

Al referirse a este tema, el presidente de la Asociación de las funerarias de la ciudad de La Paz, Adolfo Valdivia, explica que existen algunos de los servicios funerarios cuyos trabajadores están rondando los hospitales, incluso mucho antes que las autoridades policiales lleguen al lugar, con la finalidad de ofertar el féretro para las víctimas fatales de algún hecho lamentable o deceso fortuito. Nadie conoce quién da la autorización para que estas personas trabajen dentro de los nosocomios, pero es inevitable que éstos se encuentren a la expectativa.

Valdivia informó que legalmente establecidas esxisten ocho funerarias, las que están asociadas y tienen una trayectoria de varios años, sin embargo, el crecimiento de las clandestinas o no reguladas supera al de las asociadas, ocasionando un perjuicio por la mala competencia y mal servicio a la sociedad.

En tanto, los funcionarios del Hospital Obrero, con un poco de cautela ante las preguntas de este medio de comunicación, buscaron mantenerse en silencio. EL DIARIO verifico que éstos se muestran ajenos al tema, tras ver cómo una familia se ve presionada por aquellas personas que, de forma poco respetuosa con el momento que vive el familiar, ofrecen los ataúdes y el velatorio de modo insistente, es más lanzan los costos, de manera que el consultado se ve casi acorralado.

No cabe duda que el mercado más importante de las funerarias se encuentra en los centros médicos y la morgue. Los funcionarios reciben a los cuerpos para que se emita el certificado de defunción para luego practicar la autopsia y qué esta pueda ser recogida por los familiares.

Por otro lado, algunas de las empresas fúnebres aclararon que tienen otro tipo de previsiones para los clientes que acuden a sus inmobiliarias y solicitan sus servicios con tiempo, pues el monto total se cancela en cuotas y hasta pueden escoger el área donde estará el nicho. La desventaja con las muertes imprevistas es que los familiares deben acceder casi a cualquier oferta y pagar, algunas veces, el doble respecto a la previsión.

REGLAMENTO VIGENTE

Para el funcionamiento legal de las funerarias en La Paz, está vigente el reglamento 89/90, informó la presidenta del Consejo Municipal, Gabriela Niño de Guzmán.

Afirmó que en uno de los acápites de esta normativa, indica que las casas funerarias deben estar ubicadas a 300 metros de centros médicos u hospitalarios, con el objetivo de mantener una distancia prudente con quienes en momentos de dolor por la pérdida de sus seres queridos, no deben ser perturbados con ofertas comerciales, por más que éstas sean de tipo fúnebre.

En consecuencia, la autoridad del legislativo edil anunció que pidió la remisión de un informe al Ejecutivo Municipal para conocer en qué grado se hace respetar este reglamento.

“La oferta de servicios fúnebres dentro de los hospitales debe ser muy prudente y controlado para que no dañe el duelo de las personas”, dijo.

POR DÍA SE ENTIERRA A 15 PERSONAS

En un promedio de 15 cuerpos ingresan al Cementerio General cada día, según afirmó el administrador del camposanto municipal, Willy Guayta.

“Con excepción, algunas veces llegamos a los 20 entierros, cuando existen tragedias o desastres, que son inevitables en la vida”, apuntó.

Finalmente aclaró que el Cementerio General de La Paz, da cabida a difuntos que llegan de El Alto y de algunas provincias, por tanto, el espacio existente está quedando insuficiente.

VARIEDAD DE OFERTAS FÚNEBRES

-El salón velatorio con un (costo adicional), capilla ardiente, cirios, ataúd elegido de acuerdo al gusto y precio, carroza de traslado, carroza fúnebre.

- Nichos en el Cementerio General hasta por tres años, radiotaxi o bus para los dolientes, vehículo especial para las ofrendas florales, anunció necrológico en la prensa.

- Trámites de entierro, sábana santa, vigilia en el cementerio y una misa, personal que atienda a los dolientes, tarjetas de agradecimiento.

- Algunos añaden preparación cosmética del cuerpo, atención de cafetería, ceremonia de cuerpo presente, música ambiental, entre muchas otras cosas.