Los cogoteros están catalogados en el nivel más bajo de la criminalidad

Los cogoteros pertenecen al grupo más bajo de criminalidad debido a que los delincuentes que usan esta forma de operar formarían parte de los sectores marginales de la población, según afirmó el coronel Roberto Campo, director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de La Paz.

Los cogoteros se caracterizan por reducir a sus víctimas a través del ahorcamiento usando distintos instrumentos que van desde prendas de vestir hasta cables eléctricos.

Por su parte, el director de la FELCC de El Alto coronel, Félix Rocha, sostuvo que estos criminales son conocidos sobre todo en países pobres caracterizados por presentar trastornos mentales como el caso de los psicopáticos.

En lo que va del año en la urbe alteña, las unidades especializadas han efectuado la detención de más de 18 supuestos cogoteros de cuatro clanes familiares, quienes registran alrededor de 71 víctimas, todas ellas habrían perdido la vida cuando decidieron subirse a un vehículo de transporte público para llegar a su destino.

Para el analista Iván Arias, el caso más espeluznante fue demostrado el jueves de la pasada semana, cuando dos cogoteros, supuestos responsables de la muerte de Verónica y Víctor Hugo Peñasco Layme, fueron detenidos. “El Operativo fue la prueba clara de que existen grupos de antisociales que no sólo roban, sino que presentan problemas de trastorno disocial y pertenecen a los grupos psicopáticos, antes conocidos como psicópatas, quienes de acuerdo a su actitud tienen un apetito insaciable, y una tendencia hacia el sadismo”, expresó.

A diferencia del oriente boliviano, donde el uso de armas de fuego en asaltos es habitual, el coronel Campo, observó que la presencia de cogoteros se presenta con mayor frecuencia en asociaciones delictuosas que se instalan en zonas periurbanas de La Paz, Cochabamba y con mayores dimensiones en la ciudad de El Alto, “por lo tanto es una forma de operar de bajo nivel”, reiteró.

Mientras que para el coronel Rocha en otros países como Puerto Rico, Colombia, México y Guatemala, el uso de armas de fuego de grueso calibre o las denominadas ametralladoras, son las más utilizadas, sin descartar que exista un grupo reducido de psicópatas o psicopáticos, quienes no les interesa robar, sino causar otro daño mayor a la persona.

“En Estados Unidos, Europa y países en desarrollo existe la presencia de individuos con este tipo de trastornos, quienes no necesariamente son de escasos recursos, sino incluso gente que en el día son empleados normales, pero en su tiempo libre pueden cometer hechos criminales seriales. Ellos por el daño social que ejercen cuando son detenidos, les aplican la cadena perpetua, porque su Estado y sus leyes, saben que no pueden modificar su conducta, aunque sean tratados psicológicamente”, aclaró.

“Por lo tanto, ese tipo de violencia responde a gente que fura de no estar emocionalmente estable, aprovecha la ausencia del Estado que, mediante sus instituciones, no regula ni atienden a la demanda de mejorar los factores de convivencia social, donde la insuficiencia policial, llega a abortar cualquier tipo de política en seguridad ciudadana, es por eso que estos grupos de cogoteros dan rienda suelta a su conducta criminal”, resaltó Arias.