Contrato “Speyer” para la construcción de ferrocarriles

ANTECEDENTES

En 1904 Bolivia recibió del Gobierno del Brasil la cantidad de dos millones de libras esterlinas en efectivo, en ejecución de una de las estipulaciones del Tratado de Petrópolis, que puso término a la guerra separatista del Acre.

Además de este ingreso, Bolivia contaba con la suma de un millón setecientas mil libras esterlinas que Chile debía destinar, conforme al Tratado de Paz de 1904, a la construcción y garantía de ferrocarriles en la República, deduciendo de esa cantidad el valor de la sección boliviana del ferrocarril de Arica a La Paz, y pagando el resto para el servicio de garantías de las demás líneas.

El 19 de octubre de 1904, el Congreso boliviano dictó una ley declarando que “los dos millones de libras provenientes del arreglo diplomático celebrado con la República del Brasil y los intereses que el depósito de esa cantidad produzca se emplearán exclusivamente en los estudios y construcción de líneas férreas o en el servicio de intereses de los capitales que se inviertan en la construcción de dichas líneas”.

Quedó acordado como punto preliminar que las futuras líneas bolivianas tuvieran trocha de un metro, la misma que había sido adoptada ya para la construcción del ferrocarril de Guaqui a La Paz.

LOS ESTUDIOS DE LA COMISIÓN SISSON

Como medida previa, el Gobierno organizó una comisión de ingenieros norteamericanos, la cual, presidida por el ingeniero W. Lew Sisson, a quien servía de secretario, interpreta don Jorge E. Zalles, recorrió el país en la extensión de 1.600 millas con el objeto de reunir los datos necesarios para formular un plan para los ferrocarriles, cuya construcción se tenía en proyecto.

Esta comisión empezó sus trabajos el 7 de diciembre de 1904, y los terminó el 4 de marzo del año siguiente, día en que presentó a la consideración del Gobierno un informe detallado de su viaje por Bolivia, acompañado de un plan completo de construcción de mil millas de ferrocarriles; y de apreciaciones acerca del tráfico probable de esas líneas y de los rendimientos que ellas estaban llamadas a producir.

Don José Luis Tejada Sorzano, en su notable trabajo sobre el contrato que analizamos, dice que el informe de Sisson es “un verdadero poema ferroviario, fruto de la más desenfrenada fantasía”.

LA CATALOGACIÓN DE LAS LÍNEAS A SER CONSTRUIDAS

El Congreso de 1905, después de ardientes discusiones, en las que se tomó en consideración tanto el proyecto del Poder Ejecutivo cuanto de los grupos de representantes, llegó a aprobar la ley de transacción de 27 de diciembre, en la que se catalogó las líneas que debían ser inmediatamente construidas y las que debían formar un segundo cuerpo de construcción.

EL CONTRATO DE MAYO DE 1906

Suficientemente autorizado, el gobierno del presidente Ismael Montes celebró el contrato el 21 de mayo de 1906, con los representantes de las firmas National City Bank de Nueva York y la casa Speyer & Cía., para la construcción de los siguientes ferrocarriles en Bolivia: de Oruro a Viacha; de Oruro a Cochabamba; de Oruro a Potosí; de Potosí a Tupiza;

de La Paz a Puerto Pando.

LOS FONDOS PARA LA CONSTRUCCIÓN

Los fondos destinados a la construcción de esta red fueron fijados en la forma y proporciones siguientes:

£ 3.000,000 en efectivo, producto de £3.750,000 en bonos de primera hipoteca del 80 por 100.

£ 2,500.000 en efectivo, producto de £ 2,500.000 en bonos de segunda hipoteca a la par.

£ 5.500,000 en total en efectivo.

£ 6.250.000 en bonos en total.

Los bonos de primera hipoteca estaban garantizados por el Gobierno de Bolivia con un interés anual del 5 por 100 pagadero semestralmente. La cantidad que faltare para la terminación de las líneas, sobre el monto del producto liquido de los bonos de £ 5.500,000 debía ser provista por los concesionarios mediante emisiones adicionales de bonos de primera hipoteca sin garantía alguna ni responsabilidad para el Gobierno de Bolivia hasta la cantidad de £ 2,000,000, pero sin obligación para ellos.