Siwingani - Singani

Guillermo W. Cardona G.

Orígenes e historia del nombre Singani, la genuina bebida boliviana

En las antiguas provincias de Pilaya y Paspaya (hoy los Cintis), en el departamento de Chuquisaca, se encuentran los orígenes y la historia del nombre Singani, la genuina bebida boliviana.

El nombre Singani tiene su origen en el topónimo aymara Siwingani que hace alusión a un arbusto de la región Siwinga y Ni indicativo de abundancia “Siwingani”, que con el devenir del tiempo se castellanizó a Singani, nombre de una antigua hacienda vitivinícola, ubicada en el municipio de San Lucas de Payacollo, en el Cantón de San Andrés de Uruchini, del departamento de Chuquisaca en la provincia de los Cintis; que dio origen al nombre genérico de Singani para designar al destilado de uva de la variedad Moscatel de Alejandría .

Antes de la llegada de los españoles al Collasuyo, la provincia de los Cintis se encontraba habitada por pueblos originarios aymaras; como los Uruquillas, Azanaques, Quillacas, Yucasas y otros. Aún perduran pruebas arqueológicas contundentes de la presencia de los señoríos aymaras en estas regiones, que posteriormente fueron conquistados por quechuas y luego por españoles.

Variedad de piezas arqueológicas, textiles y numerosos nombres aymaras coexisten con el quechua y el castellano como: Payacollo, hoy denominado San Lucas de Payacollo; Uruchini, hoy denominado San Andrés de Uruchini, por citar algunos.

La llegada de los españoles a los Cintis entre 1535 y 1540 con Diego de Rojas encomendero y soldado de los primeros conquistadores en su paso al sur, quien visitó Pututaca (parte de la provincia de los Cintis), marca el inicio y cambio radical de vida de los pueblos originarios asentados en estas regiones.

La creación de la Real Audiencia de Charcas en 1559 con su capital la ciudad de La Plata (hoy Sucre) inicia un ciclo que fue el eje central para administrar un espacio geográfico vital para los españoles ya que en la Audiencia de La Plata se encontraba Potosí, la joya más preciada de la corona española.

En la época virreinal para una mejor administración, la geografía comprendida entre el río Pilcomayu (Paspaya) al este y el Pilaya al sur y al oeste con los Chichas fue denominada: Provincia de Pilaya y Paspaya (hoy provincias de Nor y Sur Cinti).

Todos los elementos de la vitivinicultura andina: uva, viña, vino, destilado y tecnología llegaron a la América del sur desde España en el Siglo XVI. El ingreso de la uva “Vitis vinífera” a la Real Audiencia de Charcas (hoy Bolivia) y a las antiguas provincias de Pilaya y Paspaya (hoy los Cintis) se inicia por dos vertientes; la primera huella es a partir de 1535 cuando los españoles incursionan por territorio de Pilaya y Paspaya rumbo a Tupiza y la otra vertiente a partir de la fundación de la ciudad de La Plata (hoy Sucre) entre 1539 y 1540, donde se establecen viñedos familiares que se extienden a los valles más cercanos de los ríos Cachimayu y Pilcomayu y los valles de Pilaya y Paspaya y otras regiones.

Los españoles tenían motivos religiosos, económicos y culturales para introducir la “Vitis vinífera” en los valles del Virreinato del Perú y la Real Audiencia de Charcas (hoy Bolivia).

Fueron órdenes religiosas como los Agustinos, Franciscanos, Jesuitas, Dominicos y algunos colonos españoles los primeros en introducir el cultivo de la vid y el proceso de destilación de aguardientes en los valles de Pilaya y Paspaya; debido a su gran demanda por parte de la minería de la montaña de plata de Potosí a partir de la segunda mitad del Siglo XVI; con una rápida expansión la “vitis vinífera” se asentó en los valles de los Cintis por la calidad de su tierra, agua, sol y clima en general, condiciones ideales para el cultivo de la vid, especialmente para la variedad “Moscatel de Alejandría”.

Los orígenes geográficos precisos de las variedades de uvas existentes en la actualidad en los Andes resultan difíciles de averiguar. Varios cronistas de la época colonial se dieron por satisfechos estableciendo una distinción binaria entre la uva blanca y uva negra. Es posible que algunas variedades hayan emergido por la mutación local o por la “hibridación” producida entre dos. El cronista Alonso de Herrera menciona las variedades blancas, tres de las cuales se encontraban en la Audiencia de Charcas: Torrontes, Albilla y Moscatel de Alejandría. Las variedades de uva negra mencionadas son: Palomino, Tortesón, Herrial y Aragonés, que no se las conoció en la Audiencia de Charcas con estos nombres, sino con los de la negra corriente, la criolla negra o simplemente uva, posteriormente se incorporaron otras variedades.

El valle de la región de los Cintis por la cercanía geográfica a la minería de la plata de Potosí y sus características singulares de clima, tierra, agua, altura fue la cuna de las primeras cepas comerciales de uva, especialmente de la variedad “Moscatel de Alejandría” y donde se forjó la mayor industria vitivinícola del vino y del singani en la época virreinal y republicana. Sus temperaturas máximas se encuentran entre 5 grados centígrados bajo cero en invierno y 32 grados centígrados en febrero, que le permite alcanzar su máxima madurez y con ello su máximo grado de azúcar. La estación de lluvias se inicia a partir de noviembre y se extiende hasta marzo, con una precipitación anual entre 350 y 660 milímetros. Su suelo caracterizado por poseer terrenos aluvionales se nutre de las crecientes de ríos cuyas turbias aguas se extienden y asientan en la estación de lluvias, a su paso dejan un limo llamado colmataje que queda sedimentado en sus orillas, fertilizando su suelo en tierras de bajo regadío. Todas estas características de los valles de Cinti, más el trabajo laborioso de su gente en las viñas y bodegas diseminadas en la región, crearon un espacio geo-cultural único para la vid y sus destilados, una característica propia regional, un rastro, una huella, que la distingue de otras regiones vitivinícolas y fue la singularidad para distinguir su bebida más tradicional…el SINGANI con su inigualable “bouquet de los Cintis”.

La generosa tierra cinteña y las generaciones de familias asentadas en estos valles, desarrollaron una industria vitivinícola productiva secular que perdura hasta nuestros días. Numerosas bodegas artesanales e industriales como San Pedro Mártir, Mosto Verde, El Rancho, Cinta Azul, San Remo, se asentaron en estas regiones construyendo un pilar productivo, el más importante de la cadena productiva de uva, vinos y singani por muchos siglos, que con sus inflexiones a través del tiempo continúan siendo el sostén más importante de la región.

La celebración de los 50 años de la Feria Nacional Vitivinícola (Fenavit) y los 5 años de la Declaratoria de la Ley del nombre de Singani como Patrimonio Cultural de los Cintis y del Departamento de Chuquisaca son una muestra del reconocimiento a estas regiones por los aportes para el desarrollo y construcción del Estado Plurinacional de Bolivia.

En los Cintis, todos los saberes, usos y costumbres, paisajes vitícolas, bodegas virreinales y republicanas y tecnologías apropiadas aún perduran y se han transmitido de generación en generación, han evolucionado en respuesta a su entorno y contribuyen a infundirnos un sentimiento de identidad y continuidad creando un vínculo entre el pasado y el futuro a través del presente.

TITULARES

 
Revistas

Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender
la libertad y la justicia.
Reinició sus ediciones el primero de septiembre de 1971.

EL DIARIO
Decano de la Prensa Nacional
Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa y la Asociación Nacional de Prensa.

Dirección:

Antonio Carrasco Guzmán
Presidente del Consejo de Administración

Jorge Carrasco Guzmán
Gerente General

Rodrigo Ticona Espinoza
Jefe de Redacción

"La prensa hace luz en las tinieblas
y todo cuanto existe de progreso en el mundo
se debe a su inagotable labor"...

JOSÉ CARRASCO


Publicidad
Portada de HOY

JPG (758 Kb)      |       PDF (575 Kb)



Caricatura


Sociales

BODAS DE DIAMANTE DEL COLEGIO DE ARQUITECTOS

Sandra Cisneros, vicepresidenta, Walter Hoz de Vila, presidente, y Freddy Flores, secretario General del Colegio de Arquitectos de La Paz, respectivamente.