[Jorge Espinoza]

Crisis mineras recurrentes


Los precios de los minerales varían de acuerdo con la oferta y la demanda y esporádicamente de la especulación y como en toda industria extractiva son cíclicos. Con una oferta grande bajan los precios y deben cerrar las operaciones que trabajan a pérdida por sus elevados costos de producción, debidos a un mal manejo administrativo y/o por trabajar yacimientos de baja ley, como son casi todos en Bolivia (leyes mayores resisten precios menores). Por las características de su minería: escasa mecanización y falta de tecnología adecuada que se reflejan en baja productividad y costos elevados, Bolivia es extremadamente vulnerable a los bajos precios y por ello las crisis son recurrentes e intensas. La situación se complica especialmente en las operaciones estatales por el excesivo personal y los fuertes incrementos salariales concedidos cuando los precios son buenos, lo que se hace insostenible con precios bajos. Huanuni es el mejor ejemplo de esto.

Después de la nacionalización de las minas, el excesivo incremento de personal (50%), la disminución de producción (27.347 TMF en 1952 a 22.843 TMF en 1956), la caída del precio del estaño provocada por ventas de la Reserva Estratégica de Estados Unidos (cayó de 1,17 $us/LF en 1952 a 0,89 $us/LF en 1954), para castigar la nacionalización y el enorme pago de beneficios sociales a los ex trabajadores de los “barones del estaño”, provocaron grandes pérdidas en COMIBOL que contribuyeron a la gran inflación en el país entre 1953 y 1956.

En 1959 se cerró la mina Pulacayo por agotamiento. En 1962 y 1963 se cerraron las minas Kami y Bolsa Negra, así como varias minas privadas, por la caída del precio del wólfram, mineral de uso en armas bélicas, de la que Bolivia era la principal productora del hemisferio occidental. El wólfram volvió a subir desde 1976, reactivándose varias minas, alcanzó 142 $us/UMF en 1980, cayendo a 79 y 43 $us/UMF en 1984 y 1986. Nuevamente se cerraron muchas minas.

El precio del estaño, mineral base de la economía del país empezó a subir a partir de 1974 y alcanzó 7,61 $us/LF en 1980. El Consejo Internacional del Estaño (CIE) en su afán de mantener su precio, lo compraba e incrementaba cada vez más sus stocks (61.092 TMF en septiembre de 1985). El 24 de octubre de 1985 el CIE entró en insolvencia porque los bancos le negaron más líneas de crédito y se derrumbó el precio del estaño, produciéndose la mayor crisis minera. Resultado: se cerraron casi todas las operaciones de COMIBOL y muchas minas privadas, despidiéndose a unos 30.000 trabajadores en total. La minería se diversificó con polimetálicos (Zn, Ag y Pb) y oro.

Los precios de muchos minerales bajaron mucho (algunos como el estaño a mínimos históricos) a partir de 2001, provocando otra crisis, al extremo que el Estado tuvo que subvencionar los concentrados de zinc y estaño producidos por las cooperativas y la minería chica. Este inquietante panorama felizmente cambió a partir de 2004, cuando por la voracidad china de materias primas, empezaron a subir a niveles espectaculares los precios de todos los minerales (antes sólo algunos minerales subían o bajaban) y rápidamente la crisis se transformó en la mayor bonanza minera. Las exportaciones mineras se incrementaron 10 veces, ayudadas también por la contribución de las nuevas operaciones San Cristóbal (2007), San Bartolomé (2008) y San Vicente (2009), que demoraron más de una década en ser realidad. La política minera guiada por la coyuntura se redujo a incrementar los tributos mineros. La inseguridad jurídica se incrementó por los muchos avasallamientos de minas que no se restituyeron a sus concesionarios.

La desaceleración de la economía china hizo que desde fines de 2014 los precios comenzaran a caer y se acentuaran en 2015, iniciando otra crisis minera. Cada crisis es peor que la anterior porque desde décadas atrás no se realizó suficiente exploración y las nuevas operaciones son excepcionales y los viejos yacimientos están cada vez más agotados. Desde la nacionalización hasta la crisis de principios de siglo el Estado nunca tuvo el dinero suficiente para hacer exploración, pero al menos existían condiciones atractivas para la inversión privada nacional y extranjera, que puso en marcha todas las minas nuevas del país. En la reciente época de bonanza el Estado tuvo suficiente dinero, pero invirtió demasiado poco en exploración y creó un ambiente poco amistoso para la inversión privada, que fue prácticamente nula en exploración.

La crisis que puede empeorar nos encuentra sin un solo proyecto minero nuevo, con minas que trabajan con pérdidas elevadas como Huanuni, la situación es incierta en Colquiri y Corocoro y aún las operaciones privadas San Cristóbal y San Bartolomé deben estar apenas equilibrando costos, si es que no están ya en pérdida. En varias cooperativas productoras de estaño y wolfram muchos trabajadores han vuelto al campo y los cooperativistas productores de oro indican que están cerca del precio de equilibrio. Urge crear condiciones adecuadas para atraer inversión extranjera y desarrollar nuevas minas, para evitar el colapso de la minería a futuro.

TITULARES

 
Revistas

Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender
la libertad y la justicia.
Reinició sus ediciones el primero de septiembre de 1971.

EL DIARIO
Decano de la Prensa Nacional
Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa y la Asociación Nacional de Prensa.

Dirección:

Antonio Carrasco Guzmán
Presidente del Consejo de Administración

Jorge Carrasco Guzmán
Gerente General

Rodrigo Ticona Espinoza
Jefe de Redacción

"La prensa hace luz en las tinieblas
y todo cuanto existe de progreso en el mundo
se debe a su inagotable labor"...

JOSÉ CARRASCO


Publicidad
Portada de HOY

JPG (818 Kb)      |       PDF (459 Kb)



Caricatura


Sociales

CRECE LA EXPECTATIVA POR LA LLEGADA DE PXNDX A BOLIVIA

La banda de rock Xenon 54 despierta la euforia de los fanáticos de PXNDX.

"GRANDES DIRECTORES DEL CINE BOLIVIANO"

Antonio Eguino, José A. Murillo, Paolo Agazzi y Guillermo Ruiz.