Desesperación en Chile

El 24 de septiembre pasado, a pocos días de haberse celebrado el aniversario de Chile, los bolivianos hemos tenido una grata sorpresa, cuando la Corte Internacional de Justicia de La Haya se declaró competente para atender la demanda marítima de Bolivia. Este hecho ha causado conmoción y un tsunami psicológico entre los gobernantes chilenos, quienes sostenían que esta instancia internacional no tenía competencia para atender la causa marítima boliviana. Pero la Corte de la Haya ha demostrado su competencia para atender el caso, por 14 votos contra dos, a favor de Bolivia, quedando así el argumento chileno sin efecto.

Conocida la resolución de la CIJ, y en forma desesperada y muy confundida, la presidenta Michelle Bachelet salió a los medios de comunicación para expresar que “Bolivia no ha ganado nada”; sin embargo, se pudo observar claramente que Bolivia sí ganó y Chile perdió.

En fecha posterior, un canal de televisión de Chile invitó al vocero del equipo jurídico boliviano, Carlos D. Mesa Gisbert, con claro objetivo de hacerle “pisar el palito”, como lo hicieron con nuestro representante ante el Vaticano, con preguntas preparadas y capciosas. Pero vanos fueron sus intentos, como dice el refrán: “quien va por lana sale trasquilado”. Así, el periodista chileno del canal TVN de Chile se dio un verdadero fiasco con su mal intencionada idea; porque su interlocutor es un intelectual de mucha experiencia y señorío, que estuvo muy sobrio en la entrevista. Además, Mesa le contó la verdadera historia de la Guerra del Pacífico de 1879, que el pueblo chileno desconocía y estuvo viviendo engañado por una falsa historia escrita en sus libros, sobre el Litoral boliviano.

Inmediatamente después surgieron en Chile voces de reclamo de reciprocidad, pidiendo una entrevista en un canal de TV en Bolivia para sus representantes, el canciller Heraldo Muñoz y Felipe Bulnes; luego se retractaron, con argumentos poco serios como “no tener disponibilidad de tiempo en su agenda”, hasta amenazaron con renunciar al Pacto de Bogotá. Pero, posteriormente, dijeron que sí podrían ser entrevistados vía Skyp; finalmente, para decir que “la entrevista sería en su país, Chile, con agenda preparada por ellos mismos”, a lo que respondió acertadamente el Gobierno boliviano que el capítulo quedaba cerrado por no haber seriedad en los personeros chilenos.

Ya en el Siglo XXI, los gobernantes del país transandino no pueden continuar manteniéndonos encerrados entre las montañas de Los Andes. No debería seguir siendo calificado como el “Caín de América” ni continuar practicando el sadismo, sometiendo al sufrimiento a todo un pueblo. En muchas oportunidades hicieron promesas a Bolivia que nunca cumplieron, eso significa una afrenta al país.

La situación de mantenernos aislados del mar perjudica tanto a Chile como a Bolivia, económica, política y socialmente. Los chilenos deben pensar en la “integración” con sus vecinos y Latinoamérica, esto les reportaría muchas ventajas, como gas, agua dulce, recursos naturales que requieren, mercado para sus productos, comunicación por “carretera interoceánica” con Brasil, etc.

Chile, posee, aproximadamente, 4.300 Km. de costa marítima. Casi todo el territorio chileno está sobre el mar, y no le afectaría cedernos un ancho de 80 o 100 kilómetros de corredor con soberanía, sobre el océano Pacífico; por los más de 400 kilómetros de costa marítima que nos arrebataron, desde la línea del Paposo hasta Arica, del Litoral boliviano (Geografía universal). ¡Viva Bolivia con su mar!

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