Arias: Gobierno busca dar fin a caso de “tráfico de influencias”

“El Gobierno intenta poner fin a como dé lugar el caso de ‘tráfico de influencias’ que involucra al presidente Evo Morales y a autoridades de su entorno”, declaró ayer a este medio el analista político Iván Arias.

Por otra parte, el ministro Carlos Romero aseguró ayer que Gabriela Zapata, expareja del presidente Evo Morales, pretendía fugarse a Brasil con ayuda de políticos bolivianos que residen en el vecino país y nombró al exsenador Roger Pinto como presunto cómplice, razón por la cual la Policía procedió a su aprehensión inmediata el 26 febrero último.

El experto cree que el oficialismo simplemente intenta aumentarle “más salsa a una novela” que el Gobierno no quiere que termine y que busca más capítulos dentro del tema central que es el “tráfico de influencias”.

“Si la señora Zapata pretendía huir del país, ya lo hubiera realizado mucho antes de su detención. Lo que debería averiguar el ministro Romero es por qué llamó el Ministro de la Presidencia, una vez que la imputada estuvo presa”, dijo.

Al respecto, la señora Zapata declaró que recibió una llamada de Quintana diciéndole: “No te preocupes, tranquilízate, que todo se va a arreglar”. Según el experto, ello deja entrever que la expareja presidencial estuvo muy bien relacionada y vinculada al Gobierno.

MINISTRO DE GOBIERNO

El ministro Romero, al decir que hubo el riesgo de que fugue Gabriela Zapata al Brasil, mencionó que existía contacto entre ella y algunos políticos bolivianos que se encuentran en calidad de refugiados en Brasil, quienes iban a facilitarle gestiones que le hubieran permitido su ingreso a ese país, para tramitar su posterior refugio.

Según el ministro, la información sobre el plan de fuga fue revelada por un portal periodístico de Brasil y aseguró que si no se hubiera actuado de forma inmediata, se  hubiera interpretado que el Gobierno protegía a Zapata.

“Pero si a mí me preguntan que si es correcta (la versión del portal) encuentro que coincide en el aspecto relativo a la existencia de un plan de fuga, de acuerdo con información de Inteligencia”, señaló.

Zapata fue detenida el 26 de febrero, al día siguiente se determinó su detención preventiva y en la actualidad se encuentra en el penal de Miraflores.

“Si Zapata hubiera fugado seguramente muchas conjeturas se hubieran tejido en sentido de que el Gobierno la ayudó para que no se aclaren las cosas y la Policía quedaba comprometida porque es sobrina de un excomandante”, expuso el ministro Romero.

Zapata está imputada por tres presuntos delitos: legitimación de ganancias ilícitas, uso indebido de influencias en grado de complicidad y enriquecimiento ilícito de particulares con afectación al Estado.

PIDEN PRUEBAS

Por su lado, Eduardo León, uno de los abogados de la expareja del Presidente, desafió a los ministros y al Ministerio Público a que presenten pruebas sobre los “dichos” que se han vertido sobre la supuesta fuga que iba a emprender su cliente.

“Todo tiene que ser con pruebas, lo que hemos ido exigiendo a los largo de todo este tiempo, es que se presenten las evidencias”, afirmó León.

En el caso de los presuntos indicios recolectados por la Fiscalía, León aseguró que esta instancia está perjudicando la defensa de Zapata, al no permitir el acceso a los cuadernos de investigación que demuestren la comisión de los presuntos delitos que se le imputan y se la tiene encarcelada sin término conocido.