Corredor bioceánico

Un paso decisivo para concretar el proyecto de la carretera bioceánica puede ser el crédito concedido a Bolivia por el Banco Mundial para financiar la pavimentación de dos de sus tramos en la región oriental del país. El monto ascenderá a 230 millones de dólares.

Las obras serán ejecutadas en las carreteras entre San Ignacio de Velasco y San José de Chiquitos, con las que se mejorará la accesibilidad y la conectividad de dos importantes poblaciones del departamento de Santa Cruz, lo cual favorecerá por lo menos a 125 mil habitantes de la región.

De esta manera, mejorará la conexión del departamento oriental, al permitir que ello ocurra con los municipios de San José, San Rafael, San Miguel y San Ignacio. Todos ellos tendrán la oportunidad de constituirse en los puntales del crecimiento más acelerado del departamento cruceño.

Aparte de los efectos económicos, la carretera impulsará el progreso de los pueblos indígenas, pues el 61 por ciento se identifica como parte de la Chiquitanía. En forma adicional, favorecerá también al pueblo indígena de los ayoreos.

A tiempo de obtenerse el importante crédito del Banco Mundial, para ampliar las comunicaciones viales en el país, sus beneficios se pondrán de manifiesto en la agricultura y selvicultura de aquella región de Santa Cruz. Estos importantes sectores tendrán el beneficio directo de reducir los costos del transporte, que permitirá la rebaja de precios de los productos en los mercados, aparte de proporcionar un mayor acceso a bienes y servicios.

Geográficamente, las poblaciones que se favorecerán se encuentran en áreas remotas del país, lo que significará un avance trascendental para el desarrollo de las actividades empresariales. Pues, no solo se trata de un beneficio regional, sino que influirá también al conjunto de la población oriental, lo que se reflejará a la postre en el interés nacional.