Transparencia en Mi Teleférico

La Empresa Estatal de Transporte por Cable Mi Teleférico ha publicado una separata, donde presenta cifras del número de pasajeros transportados, la recaudación obtenida, la inversión realizada y de otros aspectos de la operación de las líneas de teleférico que estuvieron funcionando desde el 29 de mayo de 2014 hasta el 19 de abril de 2017. Es un interesante ejercicio de transparencia que no hacen otras empresas públicas, como por ejemplo YPFB. Pero veamos en realidad qué dicen o no dicen estas cifras.

En los tres años del informe se reporta que ha habido una recaudación de 250 millones de Bs. (35,9 millones de $US) pero no se reporta cuánto han sido los gastos de operación, para saber si por lo menos se cubre estos gastos. En un análisis que realizaron dos expertos del Presupuesto General del Estado de los años 2014 y 2015, encontraron un déficit de 9,3 millones de bolivianos para el año 2014 y de 22,5 millones de Bs. para el año 2015, entre los ingresos de operación y los gastos corrientes de la empresa Mi Teleférico.

La separata informa que entre el 29 de mayo de 2014 y el 31 de marzo de 2017 se ha invertido 3.140.291.521 Bs. (451.191.310 $US), pero no se informa cómo se recuperará esa inversión. Está absolutamente claro que es una inversión a fondo perdido. Cuesta entender cómo con semejante inversión tenemos en las ciudades de La Paz y El Alto un pésimo servicio de transporte público, con excepción del servicio que proveen los buses municipales. Todavía con la construcción de las otras líneas de teleférico comprometidas, la inversión en este sistema llegará a los 800 millones de $US. Con esta suma se podía haber provisto a las dos ciudades de un sistema de transporte masivo compuesto por buses de alta capacidad de transporte de pasajeros (160) que costaría unos 150 millones de $US y 10 a 12 hospitales de tercer nivel.

La separata informa que en tres años de operación se ha transportado 75 millones de pasajeros. Esto debe ser por las líneas roja, amarilla y verde que operaron en este periodo. Los 75 millones de pasajeros equivalen a lo que el sistema existente de transporte público transporta en 40 días. Con el sistema de buses de alta capacidad, complementado por los buses PumaKatari y Waynabus y por los vehículos del actual sistema de transporte público, se cubriría al 98% de la demanda de transportes que se tiene en las dos ciudades.

En ninguna parte del mundo se ha construido líneas de teleférico sobre la superficie del terreno, como se ha hecho con la línea azul en El Alto. Como un alteño lo ha expresado, esta línea será utilizada para pasear o para ir a la feria de la Avenida 16 de Julio, puesto que para ir a la Ceja es más conveniente tomar un minibús que cuesta 1 Bs. y se llega a la misma Ceja. En cambio con el teleférico costaría 3 Bs. y se tiene que caminar unos 400 m para llegar a La Ceja. Si se quiere ir en teleférico al centro de la ciudad de La Paz costaría 5,5 Bs. y se llega a la Estación de Ferrocarriles. En minibús se llega a la zona de la Pérez Velazco y cuesta 2,5 Bs. En los dos casos el minibús es más rápido que el teleférico.

La empresa Mi Teleférico se vanagloria de que ha construido infraestructura urbana en la ciudad de La Paz, el equivalente a seis veces la Terminal de Buses y en la ciudad de El Alto a aproximadamente cinco veces el Aeropuerto Internacional. Esta infraestructura se refiere, por ejemplo, a la terminal del teleférico en Irpavi, que tiene un bajo movimiento de pasajeros y un paradero de buses que no se usa. Y así otras muchas estaciones y terminales. Mejor hubiera sido construir hospitales, escuelas o colegios con los recursos usados en construir esta infraestructura.

También se refiere a las estaciones de la línea de teleférico que se está construyendo sobre la avenida Busch, que han deshecho las plazas Villarroel y San Martín y corrompido esta avenida, contaminando el ambiente urbano tan agradable que tenía.

La empresa Mi Teleférico manifiesta que garantiza la seguridad del servicio mediante el mantenimiento preventivo y correctivo que hace. No habla del cambio de cables y equipo electromecánico que tiene que realizarse perentoriamente en este tipo de sistema de transporte.

El autor es ingeniero civil y docente de la UMSA.