[Edgar Linares Mariscal]

TOCANDO FONDO

Hasta aquí llegamos...


Es algo inédito que tengamos cinco equipos en la fase de octavos tanto en la Copa Libertadores de América como la Copa Sudamericana (diesiseisavos). Las buenas actuaciones en la fase preliminar en estos certámenes y haber encontrado rivales con casi el mismo potencial que los nuestros, nos dieron satisfacciones y esperanzas de seguir con el mismo éxito en una fase mucho más difícil, con equipos trabajados y sobre todo con un capital humano de jerarquía merced al potencial económico de los mismos, que no escatiman esfuerzo alguno para incorporar a sus equipos a jugadores de real valía en el campo de juego.

Quizás en el mejor partido de esta fase de participación de nuestros equipos, fue el de Wilstermann contra el Atlético Mineiro, donde los rojos triunfaron por la mínima diferencia en un partido de ida y vuelta, donde el equipo brasileño demostró el por qué era el primer clasificado y goleador en la primera ronda, donde el resultado fue mentiroso por las innumerables llegadas a los arcos por los dos elencos que le dieron dramatismo hasta el pitazo final.

Con la ilusión de ese triunfo boliviano, llega el equipo gualdinegro con partidos sorteados exitósamente en la fase preliminar para enfrentarse al aguerrido equipo de Lanús que en el campeonato argentino es un hueso difícil de roer y lo demostró a cabalidad frente a un equipo sin ideas, que no encontraba la fórmula de penetrar al área rival que demostró un disciplinado esquema de 4 – 4 – 2 que tuvo a mal traer al tigre, que finalmente en el último minuto de juego encontró la paridad que lejos de satisfacer a su hinchada, fue unánime la desilusión de ver a su equipo en una caída vertiginosa en su juego que le dio grandes satisfacciones.

Llegamos a Santa Cruz con las ganas de ver ganar a Oriente Petrolero y en una noche desafortunada incluida la expulsión que sufrió, la discontinuidad y el divorcio del mediocampo con los delanteros que tenían que hacer doble esfuerzo para llegar a inquietar a los tucumanos, terminó con una derrota que no merecía. Le tocaba al campeón Bolívar enfrentar nuevamente a la Liga ecuatoriana, viejos adversarios en la cancha. Un cotejo siempre difícil con un resultado mezquino para la Academia aunque también la visita tuvo oportunidades de desequilibrar el marcador, donde los locales sintieron la ausencia de sus compañeros que dejaron el equipo concluido el pasado campeonato.

Finalmente se cierra la primera parte de esta etapa, con la derrota de Nacional Potosí a manos de Estudiantes de La Plata, en un partido tedioso hasta el bostezo, donde el local se “asustó” al tener al frente a un equipo copero, sin desarrollar su juego que lo llevo hasta esta instancia de la Sudamericana. Una pena, no se aprovechó el temor que tenían los platenses a la altura por encima de la capacidad del equipo potosino.

Como están las cosas, el panorama se pone gris para nuestros equipos en los partidos de revancha como visitantes. Sin en el ánimo de ser pesimista, creo que hasta aquí llegamos, salvo una extraordinaria actuación sin complejos de alguno de los representantes, pero como han jugado como locales, nuestras posibilidades están muy alejadas de seguir en competencia. Estamos en vísperas de una nueva frustración de nuestro fútbol por la falta de dirigentes que den un golpe de timón a las viejas estructuras que nos han llevado de fracaso en fracaso en las competencias internacionales.

Dr. Edgar Linares Mariscal, fundador y ex asesor legal de Fabol

 
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