Sembré una flor

Te sembré mi flor un día

en el jardín de la esperanza

para que en primavera

revienten tus botones

de flores multicolores

Te regué flor mía

con el llanto y la alegría

de mis días y mis noches

llenas de amor y porfía

esperando que llegue el día.

Te ví crecer flor mía

día a día, hora a hora

de semilla a tallo

aguardando tus colores

tu perfume, vida mía

Con timidez te acercaste

a ver la luz del día

atisbando desde tu capullo

guardián de tu hermosura

celoso de tu armonía.

Llegó el día de tu presencia

en la primavera de mi vida

y loco te arranqué

para que vean tus colores,

sientan tu perfume

Me llené de falso orgullo

al mostrarte como mía

cuando ya no lo eras

por la falta de amor que día a día

reclamabas ante mi estúpida porfía

Te marchitaste flor mía

y recién me dí cuenta tardía

que sólo el riego del amor da vida

y no la vana actitud que enfría

el amor que conquisté un día

Desesperado recogí tu semilla

y volví a sembrarte flor mía

para regarte noche y día

con amor y dulzura en vigía

y poder conservarte siempre mía.