Experiencias de niños que emiten buen trato

Ellos son niños y niñas, quienes participaron del cierre del programa “Previniendo la violencia y el abuso sexual en los niños”, quienes desde el 2014 a la fecha experimentaron una labor social al ser los “Comunicadores del buen trato”, que permitió abrir espacios de reflexión y retroalimentación, no solo con sus pares, sino sobre todo con los adultos.

Ellos están conscientes, a diferencia de algunos adultos u organizaciones establecidas, que es la familia o su entorno, el ámbito en el que deberían ser protegidos y no el espacio donde se inicie la vulneración de sus derechos, generando riesgos en contra de su integridad.

“TIEMPITO” PARA LOS HIJOS

Al hablar con ellos expresaron con sencillez que son comunicadores, “porque transmitimos el buen trato, diciéndoles a las personas mayores que pese a tener mucho trabajo, no deben ignorar a su hijo, darles un tiempito”, indicó.

Los niños califican favorablemente el proceso de capacitación, según Dancy porque aprendieron con canciones, cuentos y otras dinámicas, entre ellas hablar en radio, sobre cómo reflexionar a los adultos a tener mejor trato con sus hijos y sobre todo partir del “yo te creo”, para que se mantenga ese compromiso de confiar siempre en su hijo o hija, cuando ellos dan a conocer de no querer quedarse al cuidado de alguien o expresar desconfianza de algún pariente, amigo o profesor (ra).

EXPERIENCIAS

“Nosotros hemos conocido historias de violencia y cuando nos dan a conocer lo que pasaban por tener padres violentos, es que los niños o niñas cuentan con tristeza y recomendamos que hablen con sus padres, que les digan el dolor que sienten y si es mucha violencia, que los denuncien”, expreso Dancy.

Mientras que Esmeralda dio a conocer que la experiencia de dos años de ser una “comunicadora del buen trato”, le permitió salir hablar con personas mayores y niños en las ferias, donde las niñas expresaban que las niñas sufren violencia por parte de los hermanos mayores.

Al concluir el evento, demostraron tener, no solo confianza en sí mismos, sino la posibilidad de ser ellos, pese a sus cortas edades, quienes guíen a las nuevas generaciones.