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Estudio del BID

Caminos deben contribuir a mejorar calidad de vida

• El estudio titulado Carreteras y Capital Natural estableció recomendaciones a los gobiernos para lograr inversiones sostenibles en infraestructura vial y evitar efectos severos para los ecosistemas circundantes y la población que depende de ellos


CONSTRUCCIÓN DE CARRETERAS CONSIDERA PRINCIPALMENTE A POBLADORES, MEDIOAMBIENTE CON LOS CUALES DEBE ESTABLECERSE UNA RELACIÓN FUNCIONAL POSITIVA.
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Las carreteras son agentes importantes de crecimiento económico. De igual modo, son responsables de una mejor calidad de vida de la población, pues permiten el acceso a servicios básicos, como la educación y la salud, sostiene un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo.

Sin embargo, al mismo tiempo, pueden tener efectos negativos severos para los ecosistemas circundantes y para la población que depende de ellos; pueden afectar de manera directa en el medioambiente de la región o permitir la deforestación y otros cambios en el manejo de esas tierras.

“Cuando se construye infraestructura sin tener en cuenta los efectos de esta (ya sean directos o indirectos); los beneficios esperados disminuyen y se ponen en riesgo oportunidades potenciales de crecimiento”, señala un reciente documento elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Según el documento, la agricultura, la pesca, la silvicultura y el turismo constituyen, juntos, el 15% del PIB de América Latina y el Caribe; emplean el 17% de la fuerza de trabajo de la región y representan hasta el 50% de las exportaciones totales.

SERVICIOS

Esos sectores económicamente importantes dependen de los servicios ecosistémicos, como del abastecimiento de agua limpia, la mitigación de inundaciones y el control de la erosión, los cuales pueden resultar comprometidos a causa de una gestión deficiente en los proyectos viales.

Considerar tanto los beneficios importantes de las carreteras como el impacto negativo que producen, puede ayudar a reducir las consecuencias no intencionales del desarrollo de infraestructura y a maximizar las ventajas que otorgan.

Con el objeto de tomar decisiones informadas sobre cómo satisfacer las necesidades sociales del mejor modo, así como para usar de manera prudente los escasos fondos disponibles para el desarrollo de carreteras, resulta importante entender, minimizar y ser transparente acerca del costo beneficio, conocidos también como los “trade-offs”, que se dan entre el desarrollo de estas y los beneficios obtenidos, tales como los servicios ambientales que emanan del capital natural.

ANÁLISIS

Más allá de dar cuenta sobre los beneficios que los servicios ecosistémicos proporcionan a los caminos, la realización de un análisis extenso de la relación coste-beneficio permitiría una valoración económica tanto de los beneficios que los ecosistemas ofrecen a la sociedad, como del impacto que las carreteras tienen sobre estos beneficios.

Además de los beneficios aportados en lo que respecta a la reducción de accidentes y de costes de mantenimiento por las tormentas de arena, los arbustos de la estepa tienen usos recreativos, reducen los costes de mantenimiento en viviendas al disminuir el riesgo de tormentas y mejoran la calidad del agua y del aire.

Sí la protección o restauración de la vegetación silvestre fuera parte de los proyectos de infraestructura vial, el valor de estos beneficios para la sociedad sería un factor importante en los análisis de la relación coste-beneficio.

En el caso analizado por Scott and Colleagues, los ecosistemas de arbustos tienen un valor adicional anual de $us 180 por hectárea en lo que respecta a actividades recreacionales de caza, a la par de los beneficios derivados de la prevención de erosión eólica.

Existen diferentes alternativas para estimar el valor económico (o de otro tipo) de los servicios ambientales que son importantes para los caminos, cuyo rango va desde lo simple hasta lo complejo. El enfoque más apropiado para un contexto determinado depende del grado de interés, de la disponibilidad de datos y de la compatibilidad con los enfoques o modelos en uso.

DISEÑO

Es por ello que cuando se planea la construcción o el mantenimiento de carreteras, con el fin de asegurar normas apropiadas de diseño y de gastos presupuestarios, las evaluaciones del proyecto suelen incluir estudios extensos de ingeniería, así como análisis detallados de la relación coste-beneficio.

Muchos proyectos también incluyen una evaluación de impacto ambiental (EIA) o evaluaciones ambientales similares para medir acertadamente los efectos directos e indirectos que las carreteras tienen sobre el medioambiente.

Sin embargo, un análisis completo de la relación coste-beneficio a nivel del proyecto requiere que el impacto ambiental y la dependencia del camino se evalúen de manera cuantitativa, a través de una métrica monetaria común.

RELACIONES

La relación funcional entre caminos, pobladores y ambiente circundante incluye varias perspectivas diferentes. Como se mostró anteriormente, las carreteras tienen un impacto sobre el ambiente circundante y, al mismo tiempo, dependen de la integridad de los ecosistemas para garantizar su continuo funcionamiento. En lo que respecta a cuestiones como el emplazamiento y el diseño de los caminos, la representación en términos monetarios de la dependencia sobre el ambiente permite que esta se integre de manera explícita a los análisis de coste-beneficio y a las consideraciones tradicionales en materia de ingeniería.

PUNTOS CLAVE

- La conectividad y el acceso que las carreteras proporcionan traen consigo numerosos beneficios para todos, pero también pueden tener efectos negativos sobre los servicios ecosistémicos. Tanto el control de la erosión como la regulación de la calidad del agua, de las inundaciones y del clima, son algunos de los servicios ecosistémicos que suelen perderse como consecuencia de la construcción de carreteras.

2. La ubicación estratégica de las carreteras, junto con una buena ingeniería y diseño de caminos nuevos y existentes, puede reducir muchas de las consecuencias directas que estos tienen sobre los servicios ecosistémicos. Cuando no se respetan las mejores prácticas, la mitigación de los efectos de las carreteras puede resultar muy costosa.

3. Los mayores efectos que las carreteras tienen sobre el capital natural son resultado de efectos indirectos, tales como la transformación de la vegetación de áreas aledañas a los caminos en zonas de cultivo. La anticipación y el manejo adecuado de este impacto indirecto resulta crucial para asegurar que las carreteras contribuyan de manera sostenible al desarrollo de la región.

Fuente: BID

 
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