Urgencias desesperadas

La perspectiva de tener que entregar gas a Brasil sin pago alguno, porque los volúmenes ya fueron pagados, las multas que quiere aplicar Brasil por los volúmenes pedidos y no entregados, el descalabro de la flamante planta de Bulo Bulo, el agotamiento de famosos campos productivos, y muchas otras cosas más han puesto al gobierno en la necesidad de actuar de manera deshonesta.

PETRÓLEO ORO ZINC Desde un pico de 3 millones de barriles diarios (MMbd) alcanzado en 1996, la producción venezolana de petróleo ha caído sostenidamente y en noviembre llegó a 1,8 MMbd. Venezuela no se beneficia con los precios al alza porque su producción sigue cayendo por la mala administración del régimen chavista. Ni siquiera la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) contaba con recortes tan fuertes en la producción venezolana. El renovado interés en inversión productiva en los países desarrollados junto al nuevo interés que genera el Bitcoin, la moneda electrónica, están reduciendo el interés de los inversionistas en el oro que suele ser su inversión preferida en tiempos difíciles. Tanto el FED, el equivalente al banco central de Estados Unidos, como el Banco Central Europeo están implementado medidas de aumento en las tasas de interés pero el oro sigue a la baja. El boom del precio del zinc ha posicionado este metal como la principal exportación minera de Bolivia. Los bajos precios del zinc llevaron a la Minera Glencore a cerrar tres de sus grandes minas en 2015 lo que dio inicio al boom de precios que se han duplicado desde entonces. En 2017 el pecio subió en 23%. Sin embargo, ayer Glencor puso un posible fin del boom al anunciar que reabriría una de estas minas, la Lady Loretta, el primer semestre de 2018.

El gobierno no admitió que el viaje del presidente a Brasil fue un fiasco, porque no consiguió nada, ni en el terreno del gas, ni en el de los trenes que deben cruzar de un océano a otro, y ni siquiera en el terreno del narcotráfico, el gobierno de Brasil no dejó pasar ningún tema. Michel Temer no siente ninguna simpatía por el presidente boliviano que lo tildó de golpista.

Pero el informe en Bolivia fue de éxito rotundo. El presidente dijo que Brasil quiere incorporarse al proyecto de ferrocarril interoceánico, aunque eso es una media verdad, y que Brasil quiere comprar mayores volúmenes de gas a partir de 2019, lo que es una mentira completa.

Si la mitad de los éxitos que dice tener el gobierno en materia económica fueran verdad, no estaría tomando las decisiones desesperadas que toma ahora, como declarar desierta la licitación para certificar las reservas de gas que no se certifican desde 2013, como la decisión de dejar de pagar regalías por el campo Incahuasi…

En vista de que no se puede hacer campaña electoral a partir de fracasos económicos, el gobierno decidió mostrar como éxitos sus propios fiascos.

Le ayuda en esto el hecho de que los medios de comunicación independientes son muy pocos, y ayuda también el convencimiento que tiene el gobierno de que la gente no entiende nada, ningún criterio para poder contrastarlo con la realidad, y la apabullante propaganda gubernamental.

La decisión de suspender el pago de regalías por la explotación del campo Incahuasi, que llegó mediante un fallo del no muy prestigioso Tribunal Constitucional Plurinacional, muestra que el gobierno está en grandes apreturas económicas.

Sabe que en 2019 el país debe entregar a Brasil volúmenes de gas natural que fueron pagados con anterioridad, y debe pagar multas por envíos no realizados a tiempo, y sabe que el gas se está agotando, mientras el resto de la economía va en retro, lo que le obliga a tomar medidas desesperadas.

La propaganda que habla de grandes éxitos económicos se está mostrando incapaz de cambiar la sensación y la actitud de la gente. Pero el gobierno no puede hacer otra cosa que ir adelante, incluso si sabe que el precipicio está muy cerca.

YPFB dice que la paralización de la planta de Bulo Bulo, inaugurada el 14 de septiembre pasado, estaba programada, y que quienes digan que se trata de un accidente están mintiendo.	Pero los propios funcionarios de Samsung, la empresa que construyó la planta que cuesta al país US$ 953 millones, dicen que se trata de un accidente, y que el país pierde alrededor de US$ 700.000 por día debido a ese accidente.