Publicidad

    


Cuidado con lo que dices

Miguel Ángel Martínez Portocarrero

La relatividad se ha impuesto en Bolivia. La sociedad y el individuo rigen sus actos apegados a esa lógica. No por nada la Constitución Política del Estado y las leyes en general son ocurrencias relativas; susceptibles de ser interpretadas y corregidas según la talla del gobernante de turno. A fuerza de picardía criolla, falsetes partidistas; quiebres de cintura, cachañas, coimas y prebendas, se ha relativizado la fe, la historia, la ideología, el amor y el patriotismo. Tanto así, que Bolivia es el único país en el mundo con dos banderas oficiales; es el único país en el mundo con el reloj de cabeza, ignaro de la convención universal al respecto, que data de fines del Siglo XIX.

Los duchos vendedores de ilusiones, entre otras de sus torpezas, incurren en la degradación de la palabra; la relativizan a su antojo, ya sea por comisión, omisión o ignorancia. Muchas veces para justificar acciones delictivas de sus conmilitones. La relativización de la palabra a la postre termina siendo un arma letal en boca de los portavoces gubernamentales. Al extremo que ya no se sabe lo que quieren decir, al decir lo que quieren con su proverbial abstracción, sus medias verdades y sus mentiras enteras cargadas de epítetos. Es increíble que términos como vinculante (de cumplimiento obligatorio), nulo (sin valor), constitucionalidad (cualidad relativa a la Constitución), por mencionar algunos, para el oficialismo son sinónimos de oposición, imperialismo o mala leche.

Revisando la historia de la humanidad, caemos en cuenta que este mundo ancho y ajeno ardió incontables veces, por angurrias imperiales, apetitos de dominación, cautivar mercados, etc. Las guerras advienen cuando se agotan las palabras, inexorablemente. La guerra es la continuación de la política por otros medios. Es un mal concebido por la humanidad para arreglar cuentas; ningún pueblo está vacunado contra ello. ¡CUIDADO CON LO QUE DICES! Ya no es tiempo de caudillos sino de estadistas sensatos y capaces de interpretar los tiempos, las esperanzas y las ilusiones del pueblo; que ante todo revaloricen la Patria, reivindiquen la palabra y le devuelvan su significante y su significado en aras de la paz, del orgullo nacional, del desarrollo, del reencuentro, del destierro de la farsa, la mentira y la corrupción.

Lo dicho guarda relación con las inoportunas instrucciones del capitán general de las fuerzas armadas, para que éstas se pertrechen y se preparen para lo que vendrá después de La Haya. Por supuesto, los oficiosos relativizaron el exabrupto de su excelencia, pero lo dicho, dicho está. Yo puedo entender que la parada de gallo viejo apunta más que todo a la consolidación de su liderato social. Habrá gente con criterios diversos. Me imagino que la postura oficial no ha pasado desapercibida para el quisquilloso gobierno chileno que, dicho sea de paso, tiene arrinconado al Papa Francisco, por haber apoyado la causa marítima de Bolivia. Al señor Morales le faltó poco para anunciar la inminente guerra con Chile; que con su poderío bélico podría hacernos añicos en un tris.

Un comentario más: En la hora de la verdad, Bolivia no cuenta con aliados estratégicos. Sus vecinos ambicionan los ingentes recursos naturales que posee; afines con el desarrollo tecnológico actual (litio, zinc, hierro, etc.), que duermen el sueño de los justos por la incapacidad estatal; pero ninguno se las jugaría por ella. ¡Cuidado con lo que dices! El diablo no duerme. Pinochet (Chile) y Geisel (Brasil) en sus respectivos tratados de geopolítica coincidieron en la desmembración de Bolivia. Se me ocurre que eso pudo haber sucedido, si el Gral. Hugo Banzer no formaba parte del tenebroso Plan Cóndor, en los años 70 del Siglo XX.

“Árbol torcido no se endereza”, sentencia la sabiduría popular. Con ello manifiesto mi poca fe en un cambio de actitud de los mandamases. ¡Cuánto nos alegraría saber que se propusieron ya no mentirnos, ya no relativizar la verdad! Por ejemplo, informarnos con franqueza que el viaje de Morales a Brasil fue un fracaso y no como nos contaron. De fuente fidedigna, como es el colega Humberto Vacaflor, me enteré que el proyecto del corredor bi oceánico propuesto por Bolivia, está lejos de entusiasmar a Brasil, el cual parece preferir opciones como el ferrocarril por el Acre, o el que pasaría por el sur de Paraguay y Argentina hasta Chile, sin ingresar a Bolivia. En cuanto al gas, Bolivia debe proporcionar al Brasil el equivalente a 20 millones de dólares que pagó por adelantado. Y la condición de aquel país para firmar un nuevo contrato es la certificación del potencial gasífero de Bolivia.

El autor es periodista.

 
Revistas

Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender
la libertad y la justicia.
Reinició sus ediciones el primero de septiembre de 1971.

EL DIARIO
Decano de la Prensa Nacional
Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa y la Asociación Nacional de Prensa.

Dirección:

Antonio Carrasco Guzmán
Presidente del Consejo de Administración

Jorge Carrasco Guzmán
Gerente General

Rodrigo Ticona Espinoza
Jefe de Redacción

"La prensa hace luz en las tinieblas
y todo cuanto existe de progreso en el mundo
se debe a su inagotable labor"...

JOSÉ CARRASCO


Publicidad
Portada de HOY

JPG (833 Kb)      |       PDF (397 Kb)



Caricatura


Sociales

Embajada de México agradece por solidaridad paceña

Juan Manuel Nungaray, jefe de Cancillería de la Embajada de México.


Publicidad