Carnaval en Huaychu Marka

En Huaycho, capital de la provincia Camacho, “Puerto Acosta”, están arraigadas las serenatas artísticas. La juventud de antaño formaba conjuntos musicales según la estación del año, entre ellos el “qachuiri”, en tono de huayños para carnaval.

En esta fiesta de alegría y diversión el pueblo se divide en dos comparsas, de Janansayas, de los que habitan en el norte y los Jurinsayas, que viven en el sur del pueblo, los mismos que se deleitan bailando en pandillas por calles, canchas y plazas del pueblo de Huaycho.

En Puerto Acosta la fiesta comienza el domingo de carnaval, cuando las comunidades aledañas vienen al pueblo a bailar. Los “chutas” llegan el martes de ch´alla, las familias echan flores y vinos, mixturas a casas, autos y chacras. Jueves y viernes de carnaval se inician con los “Qachuiris”, solteros y solteras con trajes multicolores inician la Qachwa (danza del amor) al son de la “pinquillada” y la “tarqueada”. Las cholitas elegantes y hermosas se enrrollan en el cuello serpentinas y los varones usan trajes al estilo de La Paz de antaño, con terno, sombrero negro y se enrrollan con serpentinas, dispuestos a conquistar a las jóvenes huaycheñas. El silbido es ingrediente de este baile. El ritmo de la música representa el silbido de un animal que antes se llamaba huacho, que indica que es momento de girar las polleras de 2 a 3 vueltas.

El sábado se acostumbra concentrarse en la cancha del pueblo para bailar al son de los qachuiris, donde toda la población huaycheña confraterniza.

En domingo de tentación la concentración es a partir de las 14.00 horas. Por tradición, para quienes entren primero al pueblo, sean los de Jananzaya o Jurinzaya, habrá un buen augurio en cuanto a la cosecha de productos. Los mismos bailan con disfraces hechos con yerbas y material reciclado para deleitar al público, llamados también “thantha qipis”. Luego de bailar salen hacia el puente sobre el río huaycheño, para dejar esa ropa y que los malos espíritus, los pensamientos negativos o la mala suerte se vayan con esas aguas. Después de sacudir o desempolvar su ropa vuelven a la plaza con la ropa casual bailando. Así termina el lindo carnaval huaycheño.

El nuevo modelo educativo está enfocado en revalorizar las costumbres y tradiciones de los pueblos indígenas originarios, para que éstas sean parte del proceso de aprendizaje de los estudiantes.