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Testimonio del caso bebé Alexander

Cuando la Justicia falla y encierra a un inocente



UNA DE LAS MARCHAS DE PROTESTA QUE EXIGE JUSTICIA PARA JHIERY FERNÁNDEZ.

No dar valor a las pruebas y testigos de la defensa del doctor Jhiery Fernández y señalar al acusado de “pedófilo” por el solo hecho de ser joven y soltero son solo algunos errores en los que incurrió el Ministerio Público y que llevaron a un inocente a la cárcel con una sentencia de 20 años por la presunta violación del bebé Alexander que se dio a conocer en noviembre de 2014.

Ahora piden sea la pena máxima de 30 años sin derecho a indulto.

La apelación a la sentencia dictada en marzo de 2018, donde la justicia dio 20 años de cárcel para el médico Jhiery Fernández, sin ningún tipo de pruebas, indignó a muchos bolivianos que marcharon y protestaron a través de las redes sociales.

Fernández atendió a EL DIARIO en el penal de San Pedro, relató su versión de los hechos y una vez más pidió que se haga justicia.

“No entiendo qué pasó. A veces me pregunto por qué fui a trabajar allí, ni conocí al niño, me siento molesto, deprimido, indignado”, así empezó el relato que recorre en el tiempo a noviembre de 2014 cuando empezó el calvario para Fernández.

“Como todas las mañanas yo estaba empezando mi trabajo en el Instituto de Rehabilitación Infantil, eso queda en la calle 5 de Obrajes, el niño estaba en el Hogar Virgen de Fátima en la calle 3. Como a las 6.30 me llaman al celular, contesto y nadie respondía, devolví la llamada así que fui y no había nadie pero me quedé en el patio, como las casitas tienen ventanas dije que si alguien me necesita me verán y me llamarán. Luego recibo una llamada de un número público, era la enfermera, y me dijo que sacó al niño porque se había indispuesto y le dije que yo debía valorar al niño primero pero ella al ver que su cuadro era de gravedad y apenas respiraba se lo llevó de emergencia”.

“Luego la ‘mamita’, una joven de 18 años, me dijo que le había dejado con biberón, y que salió al lactario por un momento solo ida y vuelta, yo ahí ya me imagine que se había broncoaspirado”.

“Según la versión de la Fiscalía la educadora fue a preparar los biberones y se perdió 30 minutos, pero en el juicio vino a declarar la que verdaderamente preparó los biberones y no fue la ‘mamita’ que cuidaba a los niños, es más ella misma en juicio declaró que ni siquiera ella calentó los biberones, que sólo fue a recogerlos del lactario porque otra persona los calentó y que en ir a recoger esos biberones tardó un par de minutos máximo tres, porque el lactario está a poca distancia. Según la Fiscalía en esos tres minutos que la mamita salió a recoger los biberones supuestamente yo pude haber agredido al niño. Y en esos tres minutos supuestamente borré toda huella mía de la escena del crimen, limpié la sala las camas la cuna, todo... porque en la sala donde dormía el niño no se encontró nada, ni sangre”.

BLANCO “EL TORTURADOR”

“Cuando se realizó la audiencia de medidas cautelares, yo no entendía lo que estaba pasando, como no hice nada, estaba tranquilo, no tenía ni abogado, estaba solo porque mi familia está en Oruro. No sabía mucho de los procedimientos así que llegué a la audiencia y más bien conseguí un abogado, él se presentó y le dijo a la Juez que no fuimos notificados y que la audiencia debería suspenderse, pero nos dieron media hora para que mi abogado plantee la denuncia y ni si quiera sabíamos por qué me estaban acusando”.

“En la audiencia, el Sedeges, Sedes y otros estaban con cuatro abogados cada uno. Entonces mi abogado se intimidó un poco y me dijo que tenía que ir a llamar a otros colegas para que le ayuden en mi defensa y en menos de media hora la juez volvió a convocar para audiencia yo le dije que no estaba mi abogado y me asignaron uno de oficio. Era una jovencita que se puso muy nerviosa a tal grado de temblar, incluso al hablar tartamudeaba y me decía ‘ahora doctor, qué hago yo ni conozco su caso’ y le pedí que se tranquilice, que respire y en eso volvió mi abogado con sus colegas y le reclamó a la juez por qué no respetó los 30 minutos. No escucharon argumento alguno y decidieron mi detención preventiva en San Pedro, yo estaba saliendo del Salón Rosado donde fue la audiencia y los periodistas me atufaron, preguntaban todos a la misma vez, no sabía qué responder, solo escuchaba la voz de mi madre que me gritaba llorando ¡hijo!, mi papá igual, yo quería verlos pero los micrófonos y las cámaras no me dejaban, fue un momento que no puedo ni describir”.

“Ya en San Pedro fui conducido al sector ‘la Grulla’ donde encierran a los reos más peligrosos. Dormía sobre una letrina tapada con venestas y payasas (colchón de pajas) viejas”.

“No me dejaban salir ni al baño, así que me daba miedo hasta comer, a veces me guardaba alguna comida que sobraba pero como el lugar era una letrina obviamente el hedor era tremendo y los bichos también y se impregnaban de ellos, pero el hambre era tal que tenía que comer igual”.

“Escuchaba las conferencias de prensa que daba Edwin Blanco que decía que yo era culpable que tenían mi perfil psicológico, que era pedófilo, cuando nunca me hicieron una pericia psicológica”.

“Un día me dijeron que me buscaban, salí y era el fiscal Blanco, me dijo que me ayudaría, y quería que firme algo que ni leí y le dije que no lo haría. Antes él trató de hacerme firmar un documento en el que me inculpaba y obviamente no lo hice porque soy inocente. Entonces hubo unos gritos, el Policía se acercó y yo le dije que era el Fiscal que me quería hacer firmar y el policía le preguntó por qué entró al penal como notificador y no se identificó como Fiscal y no respondió nada. Para ese entonces con ese encierro seguro pensaron que me debilitaría y firmaría cualquier cosa, pero pasó todo lo contrario me hice más fuerte y si tengo que morir lo haré luchando”.

“Llegó otro día y el policía me dijo que tenía que ir al IDIF y yo le dije que no fuimos notificados y que mi abogado no está presente, pero el policía me dijo ‘doctor tengo la instrucción de sacarlo a las buenas o a las malas, por favor ayúdeme yo no quiero lastimarlo’, entonces accedí a salir porque me dijo también que él me protegería y no dejaría que me toquen. Al salir, estaba Blanco sentado en la banqueta esperando mi salida, y nos fuimos. Ya en el IDIF llegó mi abogado, allí me querían hacer pruebas de semen, delante de todos los presentes, querían bajarme los pantalones y por supuesto no quise porque a mí, el día de los hechos me han tomado muestras de mis partes íntimas han colectado mis prendas y allí no han encontrado absolutamente nada ni en las más de 12 pericias en genética y biología. Blanco aprovechó eso y como siempre salió a los medios a dar su versión”.

MORA Y VARGAS Y ERRORES DEL IDIF

La Fiscalía basó la acusación en diagnósticos de forenses sin registro ya que los dos médicos que diagnosticaron y dieron base a la hipótesis que maneja la Fiscalía, de una supuesta violación contra el bebé Alexander el 13 de noviembre de 2014, Ángela Yarmila Mora Vera y Cristian Vargas Camacho del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), no figuraban en los registros del Colegio de Medicina Legal Forense, según el informe que emitió la entidad en 2015.

Los reportes policiales de la época señalan que Mora cometió al menos tres graves errores de fondo, incurriendo en descripciones contradictorias de las supuestas lesiones de agresión sexual, valoraciones fuera de norma y falta de toma de muestras. Mora renunció a su cargo por observaciones de la Policía y la defensa.

En el caso de Vargas, el informe forense volvió a cometer los mismos errores que fueron detallados y reportados a la comisión de fiscales compuesta por Edwin Blanco y Susana Boyán.

“NO HUBO VIOLACIÓN”

La auditoría realizada por la especialista Heidy Arteaga Landa del Estudio de Medicina Legal, Ciencias Forenses y Auditoría Médica Arteaga Landa & Asociados descartó abuso sexual y puso en evidencia la inexperiencia de los peritos del IDIF.

El estudio hace un análisis de los exámenes de laboratorio y estudios realizados al bebé Alexander en el Hospital del Niño, Hospital Juan XXII y el IDIF y concluye que “la principal complicación que presentó el paciente Alexander fue coagulopatía de consumo, acompañada de falla orgánica múltiple, secundaria a la insuficiencia respiratoria aguda provocada por la broncoaspiración”.

El 6 de abril de 2018, la juez Patricia Pacajes confirmó que no se contaba con prueba científica en contra de Fernández.

PERITO INTIMIDADA

“La doctora María Ángela Rioja, que realizó la necropsia al bebé Alexander dijo que encontró una lesión lacerante en sigmoides con una profundidad no específica lo que creo que pasó es que le metieron una sonda rectal y como el sigmoides está en la parte del intestino grueso y después del colon, antes del recto y tiene una forma de S, puede ser que le hayan lastimado”.

“Cuando fue a la audiencia la defensa del Ministerio de Justicia la intimidó, le amenazaron con procesos, solo por decir que ella tenía fotografías de la necropsia donde se comprueba que el bebé no fue violado, porque si fuera así su ano hubiera estado destruido. Ella dijo que siempre toma imágenes para respaldar su trabajo”.

“ES INOCENTE”

“En mi audiencia todas las autoridades que estuvieron en la investigación desde el inicio dijeron que no había pruebas en mi contra”. Cuando fue llamada a declarar la fiscal Lizeth Sarco, la fiscal Boyán dijo que no la aceptaban como testigo, sin embargo declaró y dijo que no vio ninguna participación del doctor porque él vivía muy lejos y en la Inspección Técnica Ocular se verificó que hay personal que trabaja preparando y calentando la leche a unos diez metros de la casita donde estaba el bebé”.

Fernández manifestó que su defensa está apelando la sentencia pero existen actas faltantes de testigos claves como la del teniente que inició la investigación, el capitán que vio las fotos de la necropsia y corroboró que no había vejación y de la señora que calentaba y preparaba biberones.

APUNTES

- El 13 de noviembre de 2014 murió Alexander, un bebé de ocho meses que se encontraba en el hogar Virgen de Fátima, dependiente del Servicio Departamental de Gestión Social (Sedeges) de La Paz.

- El 18 de noviembre de 2014, la comisión de fiscales que investigó la muerte del bebé declaró en reserva las actuaciones procesales, para descubrir las causas del deceso del infante.

- El 15 de diciembre de 2014, el médico Jhiery Fernández que trabajaba en el Hogar Virgen de Fátima fue enviado al penal de San Pedro sindicado de haber violado al bebé Alexander, pero aún se aguardaba el resultado de un examen de ADN que demuestre su culpabilidad.

- El 27 de marzo de 2018, el Tribunal Décimo de Sentencia de La Paz condenó a 20 años de cárcel al médico Jhiery Fernández.

- El 18 de abril de 2018, el Colegio Médico de La Paz, presentó pruebas periciales científicas y extractos de llamadas que develan que el médico Jhiery Fernández no agredió sexualmente al bebé Alexander.

- El 10 de septiembre de 2018, el Ministerio Público apeló la sentencia de 20 años de cárcel contra el médico y pidió que sea condenado por asesinato con pena de 30 años sin derecho a indulto.

 
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