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Ana y Bruno

Explorando los miedos y las fantasías sobrenaturales

Con humor y fantasía se relata una historia humana y emotiva sobre el dolor de la separación y la relatividad de la idea de salud mental.


¿DE QUÉ TRATA?

Ana y Bruno, basada en la novela Ana de Daniel Emil, cuenta la historia de Ana, una niña curiosa que un día decide escapar de una institución mental para buscar a su padre y así́ poder salvar a su madre, todo esto con la ayuda de un grupo de seres extraordinarios y muy graciosos que conoce en dicha clínica y con quienes se embarcará en un viaje lleno de emocionantes y entrañables aventuras y que al final muestra un gran mensaje que hará que se vuelva la favorita de muchas personas.

DETALLES DE PRODUCCIÓN

Con un costo de 5,2 millones de dólares y 10 años de producción, llega a las pantallas cinematográficas la cinta mexicana Ana y Bruno, bajo la dirección del multipremiado director Carlos Carrera, quien tuvo a su cargo cintas como El crimen del padre Amaro y La Mujer de Benjamín y algunos capítulos de la serie televisiva Capadocia.

Ana y Bruno, ganadora del reconocimiento como Mejor Película en los Premios Quirino de la Animación Iberoamericana y que tuvo su premier mundial en el Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy, Francia, y a su vez fue la cinta encargada de clausurar el Festival Internacional de Cine de Morelia 2018, cuenta con el doblaje de las voces de grandes actrices y actores como Marina de Tavira, Regina Orozco, Damián Alcázar, Silverio Palacios y Héctor Bonilla y con las voces juveniles de Galia Mayer y Daniel Carrera.

Regina Orozco, quien da vida a Rosi asegura: “Cuando vi los bocetos y después bajo la dirección de Carlos Carrera en la que te dejas llevar y cuando ves el resultado final, me dije lo afortunada que soy de ser parte de una historia como esta y en definitiva una de mis cintas favoritas de las que he hecho”.

Marina de Tavira asegura que no hay diferencia en darle vida a un personaje animado o uno de carne y hueso: “Yo lo que aprendí fue que la gran lección, es que no hay diferencia. La tendencia es que piensas que vas a doblar al personaje que ya está creado y ya se mueve, y mi sorpresa fue que no es así, es todo lo contrario”.

SOBRE EL DIRECTOR

“Con este largometraje conseguí lo que siempre había querido realizar. Empecé creando primero animación (El héroe), después seguí el camino de la ficción con actores, la cual me gustó y me quedé ahí un rato, porque había pocas posibilidades de elaborar largos de animación en México. Ana y Bruno, me representó un gran aprendizaje pero sobre todo a tener paciencia”, compartió el director mexicano.

“Nos tardamos tanto con la película -precisamente- porque es una historia diferente, novedosa, que no se parece a lo que se consume normalmente en el cine comercial. No hay canciones de moda, chistes de albures, no es lo que se cree pueda llegar a lo comercial de manera obvia y eso complica mucho”.

“Apostamos a la historia humana y a la forma en que está contada, a las sorpresas y a lo bonito que es contar cuentos. Con Ana y Bruno, la respuesta siempre ha sido buena. Se pierde objetividad cuando estás haciendo la película en un periodo tan largo. El hecho de darle movimientos a los personajes, los procesos de animación en 3D, es muy complicado; al final, agradeces que funcione la historia con algo tan sofisticado y artificial, para que llegue al corazón de la gente”.

 
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