The Strongest campeón

Ayer me encontraba sumido en mis preocupaciones económicas y políticas cuando vi llegar a mi comadre cochabambina vestida con polleras amarillas, manta de seda del mismo color y sombrero negro, lo cual no me extrañó porque ella es libre de vestirse como quiera y desvestirse como le da la gana, pero me sorprendió que comenzara su conversación con la pregunta de “¿usted es un caballero…?”. Le respondí: “claro que lo soy y le he dado muchas pruebas de serlo y la mejor de todas ha sido recibir en calidad de préstamo los dineros de una cholita cochabambina como usted”.

Con esa prueba de caballerosidad, me dijo a continuación: “entonces, compadre, hoy tiene usted que felicitar al Club The Strongest por haberse clasificado campeón del presente torneo de fútbol”.

Sin ánimo de discutir dije a mi comadre no conocer a los actuales directivos del club aurinegro, aunque tuve grandes amigos stronguistas en el pasado y que, lamentablemente, fallecieron, como don Gustavo Carlos Otero, quien dirigió a ese club durante muchos años, cuando yo era niño; el “colorado Otero” fue un personaje público de gran prestigio y fue Prefecto del Departamento de La Paz; también fui amigo de don Rafael Mendoza, creador del Complejo stronguista de Achumani y también fui amigo y compañero del famoso “Chupa” Riveros en las gradería de la curva sur del estadio Hernando Siles, junto a mi director de la barra bolivarista “Chicho” Navarro que vive aún, aunque ya estiró una pata hace muchos años y que por eso cojea.

Mi comadre cochabambina que es de Wilstermann dijo no haber conocido a los mencionados porque ella es muy joven y que el único stronguista que conoce es el ex jugador atigrado Eduardo Angulo Thorné, a quien le había asegurado que “ambos” escribiríamos un artículo de felicitación al Club The Strongest por el valioso título que acaba de conseguir. Felicitaciones, stronguistas, les desea un bolivarista que jugó en los tiempos de Mena, Ugarte y el “Chingolo” Orozco, y de una wilstermanista nacida en Quillacollo.

Después hicimos una declaración pública manifestando que seremos fieles a nuestras camisetas y no ser nunca unos “pasapasas” como son algunos ciudadanos que militan en el Movimiento Al Socialismo (MAS) y que antes militaban en el Partido Comunista y otras agrupaciones.

Nuestra conversación terminó cuando mi comadre me gritó en la oreja: “stronguistas, Kalakataya Warikasaya”, que según me contaron es un grito aymara que habla de las piedras que revientan de frío cuando las vicuñas lloran.