Trata y tráfico derivan en mayores figuras delictivas

El abogado y exdefensor del Pueblo, Waldo Albarracín, señaló que la prostitución, el proxenetismo y la pedofilia, son algunas de las figuras que se encuentran dentro de la trata y el tráfico de personas, un mal que afecta a la sociedad en su conjunto, considerando que estas acciones ilegales no diferencian clases sociales, razas, ni edad.

Durante los últimos años el tema de la trata y tráfico de persona a dejado de ser un asunto tratado con timidez, por la población, ante las posibles represalias, permitiendo de esta manera que más familias denuncien la desaparición de personas, y otras denunciando haber sido víctimas de estos delitos, permitiendo así mostrar la realidad en la que se vive en el país.

En la presente gestión, hasta el mes de junio se tuvo conocimiento de 94 casos de trata de personas en Bolivia, del cual un gran número de las denuncias provienen de los departamentos de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, dio a conocer el Centro de Capacitación y Servicio para la Mujer, (Cecasem), poniendo así a estos entre las jurisdicciones que mayor trabajo necesitan en el tema.

Al respecto, Albarracín señaló que la trata y tráfico de personas es un mal que crece de manera estrepitosa y que algunos de los fines que motivan el crecimiento de este daño a la sociedad, es la internación de menores y mayores de edad en la prostitución, la venta de órganos, el esclavismo sexual.

En torno al tema sexual, el jurista señaló que se debe llegar a diferenciar la prostitución que es una actividad permitida en la sociedad, con otros actos sexuales que muchas veces involucran a menores de edad como ser proxenetismo y la pedofilia, que también son factores que contribuyen a que se dé el crecimiento de la trata y el tráfico de personas.

Albarracín señaló que “el proxenetismo significa lucrar a costa de otra persona, que le obligan a prostituirse, sea hombre o mujer, presta servicios sexuales, y el beneficio de ese servicio sexual va para el proxeneta” y la “pedofilia es la atracción de una “X” persona adulta hacia los menores de edad, pero en un sentido negativo, figura en la que ingresan muchas personas, de nuestra misma sociedad”, expresó.

Por otra parte, señaló que algunos de los medios que se utiliza como modo de operación para el secuestro de las personas está el engaño, a través de ofertas de trabajo u ofrecimientos de regalos y el rapto por la fuerza, que sería una de las más comunes en departamentos donde los índices de delincuencia son altos.