La población todavía no toma conciencia del ahorro de agua

Se pierde agua cuando los grifos no están bien cerrados o por el uso constante no se cierran totalmente, también cuando filtra por el baño porque está mal la bomba de agua o porque simplemente alguien decide limpiar con manguera su coche o la puerta de su casa.

Estos son los casos más comunes, pero otros resultan ser increíbles como es el caso de una señora de la calle Guachalla de la zona de Sopocachi que deja la manguera tirada en el piso con el agua corriendo sin objetivo específico. No hay quién le llame la atención ni le recuerde el valor social de conservar el líquido elemento.

Estos son sólo algunos apuntes del excesivo y mal uso que se da al agua potable, y pese a que el Gobierno implementó la campaña denominada “Gota a Gota el Agua se Agota”. EL DIARIO conversó con varias amas de casa de las zonas peri urbanas, centro y de la zona Sur de La Paz. Como el caso de Paulina Gutiérrez, quien vive en la zona de Pampahashi, y relató lo siguiente: “Lo que sucede es que nosotros tenemos la necesidad de utilizar el agua para todo, como para cocinar y lavar entre otros, pero no consideramos que debemos gastar sólo lo necesario”, dijo.

Así también se logró conversar con una trabajadora del hogar que trabaja en la zona de Calacoto, quien manifestó “nosotras sólo cumplimos lo que mi jefa dice, lavar el patio, sus autos, regar el jardín, lavar las alfombras y todo el resto”.

Regar el jardín es necesario, sin embargo, se han visto casos que cuando se termina esta labor los vecinos olvidan cerrar los grifos y el agua se desperdicia por la manguera por horas interminables.

El viceministro de Agua Potable y Saneamiento Básico, Gustavo Morales, informó a EL DIARIO que el país pierde el 55 por ciento de agua potable acumulada por las razones mencionadas anteriormente; también se pierde agua por las malas conexiones de los grifos e instalaciones.

“La primera pérdida de agua se calcula en un 20 por ciento, la misma que es empleada en el lavado de autos, animales domésticos, en el aseo de las aceras, entre otros, lo que disminuye las reservas para el consumo humano”, dijo la autoridad a tiempo de recomendar que para estas actividades se debe usar agua de las lluvias o pozos.

Asimismo, otra de las pérdidas que asciende al 35 por ciento, es generada por las fugas de agua a causa de las malas conexiones, además de las instalaciones clandestinas y las filtraciones en las cañerías desgastadas.

“Por ejemplo en la zona de Ciudad Satélite de El Alto las tuberías son de cemento y datan de hace 40 años y por lo tanto existen varios puntos de fuga, ahí es mayor que en otros lugares”, dijo Morales.

“El uso adecuado del agua potable implica que tengamos conexiones óptimas y eso es responsabilidad de los gobiernos municipales, departamentales y del Gobierno nacional. En recomendable contar con un plan de mantenimiento de las instalaciones del sistema de conexiones del servicio de agua potable y también la ciudadanía debe coadyuvar en las tareas de conservación de las reservas de agua para el consumo humano”, recomendó la autoridad.

De cambiar los hábitos con relación al uso de agua por parte de la ciudadanía se lograría mantener estables las reservas, lo que garantizaría el abastecimiento normal del líquido elemento y así también ayudaría a su destribuición en las poblaciones más alejadas, donde es difícil el acceso a los recursos hídricos.

RECOMENDACIONES

- Evitar goteras y pérdidas de agua en accesorios, grifos y tuberías; se debe invertir en planes de mantenimiento preventivo para anular las fuentes de filtración.

- Instalar accesorios sanitarios de bajo consumo como: inodoros con tanques elevados, grifos y duchas, con reductores temporales de flujo incorporados.

- Disminuir u optimizar el empleo del agua en actividades “poco trascendentes” como: el riego de jardines, lavado de autos, lavado de aceras, etc.

- Captar aguas de origen alternativo como: agua de lluvia, de pozos y manantiales intradomiciliarios para fines no potables para el riego de plantas, limpieza de pisos o utensilios, que no tengan contacto directo con el cuerpo humano.