La calidad de vida familiar decrece por la tensión de pensar cada mes en el alquiler

Una deuda permanente que agobia y que tiene su efecto inmediato en las relaciones de pareja y los hijos. Los departamentos y las piezas en alquiler son motivo de disputa interna entre los miembros de una familia y entre propietarios e inquilinos.

Según los datos del INE, los precios de los alquileres desde abril de 2008 a junio de 2012 han crecido en un 139%. En Potosí, Chuquisaca y Tarija se han producido los mayores incrementos.

La familia tiene que pensar en el pago de la educación de los hijos, la alimentación, el pago de los servicios básicos y el alquiler de la vivienda, de manera que la capacidad de ahorro es nula, cuando no el endeudamiento es gradual.

Pocos tienen la posibilidad de acceder al contrato anticrético, que les da un respiro y puede constituirse en una base para en algún momento comprarse una vivienda, tal vez alejado del centro de trabajo, lo que obliga a establecer un presupuesto extra para la familia.

Los consultados sobre este tema relacionan el alquiler al problema y las diferencias de pareja. “Hay discusión en casa cada vez que el dueño de nos dice que hay que pagar el alquiler del mes. Entonces se tiene que pensar en recortar algún gasto previsto”, comenta una ama de casa.

Para los psicólogos es uno de los elementos que termina por tensionar a la familia y provoca el estrés de los padres, aparte de ser un motivo de disputa entre dueño de la vivienda e inquilino.

• • Dependencia de una vivienda en alquiler afecta la calidad de vida