La Alcaldía transitoria en La Paz

Después de muchos años, la Alcaldía de esta ínclita ciudad de La Paz se encontraba en gravísimos problemas, por el juego político, por los intereses personales de diferente naturaleza. Luego de la renuncia de quien oficiaba de titular del Gamlp para ser candidato con el fin de ser reelecto, arribó a la alcaldía paceña quien era Vicepresidente del Concejo Municipal, que dejó el partido político al que pertenecía con una facilidad increíble, con claro transfugio (que hoy es lo más natural en esta democracia transplantada, que no es otra cosa que una mascarada grotesca, al igual que las elecciones subnacionales), logrando contar con respaldo para ser Alcalde transitorio.

La tarea provisional del actual alcalde interino -que en dos meses ya debe dejar ese cargo- desde el primer día estuvo y está dirigida con prepotencia grotesca y reacciones arbitrarias que ocasionan problemas internos y externos.

Primero, se enfrentó con los trabajadores por despidos y nuevas contrataciones con afanes políticos subalternos.

Segundo, lejos de dar continuidad a mantener la buena imagen institucional por burdos intereses personales se viene descuidando la atención al público y a los problemas que en época de lluvias aquejan a La Paz, calificada internacionalmente como Ciudad Maravilla. Lejos de tratar de mantener este lauro, la transitoria administración municipal está desvirtuando totalmente los propósitos de los estantes y habitantes de esta ciudad, de vivir tranquilos y tener cada día una ciudad más limpia y atrayente.

¿Qué se quiere ganar con el manoseo institucional? Más que una administración transitoria, parecería ser una torpe intervención política. Es que se pretende ingresar a la vieja práctica política negativa, con la que por afán figurativo se busca espacio político, aun a precio de hacer cualquier cosa, por muy mala que sea, como hacer denuncias infundadas y además falsas, demostrando falta de seriedad y responsabilidad, o se quiere volver a que la administración de la alcaldía sea inviable por sus conflictos y juego de intereses.

Esta era una gran oportunidad para mostrar virtudes ciudadanas, con aplicación de principios, moralidad pública, distinción, respeto y lograr de esa manera simpatía y cooperación de todos los paceños. Incluso de quienes sin haber nacido en esta hermosa ciudad, vivimos hace muchos años y podemos decir que nuestros hijos tienen sangre paceña.

Todavía hay tiempo para enmendar equívocos y corregir errores, sería una lástima que el actual Alcalde transitorio no entienda que debe dejar el municipio dentro de poco. Debería reflexione con madurez por su bien personal y por el bienestar ciudadano y de todos los trabajadores ediles que parece que se encuentran intimidados, amenazados por los propósitos políticos despertados, debido a los desaciertos y el autoritarismo de un alcalde interino.