Una evaluación de la relación comercial con el bloque económico

Mercosur ofrece oportunidades y desafíos

A lo largo de los últimos años el sector empresarial, en especial el agroproductivo, ha hecho saber que si bien existen preferencias arancelarias para los productos nacionales, las trabas para el aprovechamiento del Mercosur son no arancelarias.


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El Mercado Común del Sur ofrece oportunidades y desafíos para la producción nacional. Si bien ya se tiene un Acuerdo de Complementación Económica, en la que se incluyen las preferencias de las que goza Bolivia, y una vez que sea miembro el panorama no se modificará, pero en las negociaciones se sugiere la participación del sector privado para lograr la flexibilidad arancelaría en cuanto la adopción del Arancel Externo Común, según Juan Pablo Saucedo, asistente de la Gerencia Técnica del Instituto Boliviano de Comercio Exterior.

Las exportaciones por el momento superan a las importaciones, gracias a la venta del gas, sólo producción nacional tendría déficit comercial. El sector agroindustrial mostró preocupación por la decisión de Bolivia de ser miembro pleno del Mercosur debido a que Brasil y Argentina son grandes productores de alimentos.

Y es por ese motivo que solicitan a las autoridades nacionales avanzar en la aplicación de biotecnología en los procesos productivos e ingresar al tema de transgénicos, cuya práctica es avanzada en Brasil y Argentina.

PREOCUPACIÓN

Las negociaciones entre Bolivia y el Mercosur sufrieron contratiempo por decisión de Paraguay. El Gobierno está empeñado en avanzar en el tema y lograr que el país sea miembro pleno del bloque económico.

Sin embargo, Bolivia deberá cambiar su posición frente a decisiones del bloque. El Mercosur negocio acuerdos bilaterales en bloque, y está en negociación para sellar un convenio con la Unión Europea y China también muestra interés por negociar una zona franca con el Mercosur.

Es por esos motivos que el sector privado tiene que ser tomado en todas las negociaciones. “No se ha tomado en cuenta las probadas preocupaciones del sector privado en las negociaciones por las implicancias que conlleva el hecho de que el país deba ingresar como miembro pleno a este bloque, teniendo en cuenta que supondría un cambio en la estructura económica del país, así como las relaciones del mismo con otros bloques comerciales”, señala el experto del IBCE.

En especialmente en lo referido a la adopción del Arancel Externo Común, tarea de las autoridades nacionales, en coordinación y consulta con el sector productivo nacional, negociar flexibilidad en los aranceles a adoptar, con la finalidad de que el efecto sobre los costos de importación sea el menor posible para Bolivia. Para reducir las asimetrías con los países miembros del Mercosur se necesita un trabajo sinérgico entre los sectores público y privado, agrega Saucedo.

A lo largo de los últimos años el sector empresarial, en especial el agroproductivo, ha hecho saber que si bien existen preferencias arancelarias para los productos nacionales, las trabas para el aprovechamiento del Mercosur son no arancelarias: obstáculos técnicos, medidas fitosanitarias, licencias previas de importación, entre otras.

“Es por tanto una obligación de las autoridades negociadoras, analizar, encontrar y listar las variables que permitirían que nuestros productos puedan fluir sostenidamente a esos países”, señala Saucedo.

RELACIÓN COMERCIAL CON EL MERCOSUR

Saucedo explica que la relación comercial con el Mercosur ha sido superavitaria para Bolivia durante los últimos años gracias a las ventas externas de gas natural que realiza el país como cumplimiento de los contratos al Brasil y la Argentina.

En 2014, el saldo comercial con el Mercosur ascendió a 3.592 millones de dólares como resultado de 6.532 millones de dólares exportados contra 2.940 millones importados. Las exportaciones de gas natural significaron el 92% del total de ventas externas. Por otra parte, sí se descontarán estas ventas, la balanza comercial hubiera sido deficitaria en 2.393 millones de dólares.

Al primer trimestre de 2015, la relación comercial con el Mercosur es positiva para el país en 578 millones de dólares, como resultado de la exportación de 1.211 millones de dólares y la compra de 632 millones. El gas natural incrementó su participación sobre el total de exportaciones a un 95%. De quitarse las ventas del energético, la balanza sería negativa en 573 millones.

ACUERDO DE COMPLEMENTACIÓN

Bolivia posee una Zona de Libre Comercio con el Mercosur, a través del Acuerdo de Alcance Parcial de Complementación Económica Nº 36 (AAP.CE Nº 36), en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi). Este acuerdo completó su cronograma de desgravación en enero de 2014, lo que quiere decir que actualmente no existe ningún producto excluido de las preferencias del 100% para el intercambio comercial. Por consiguiente el trato arancelario con los países miembros será el mismo una vez que Bolivia ingrese al bloque, explica el entrevistado.

Sin embargo, la adopción de la Tarifa Externa Común (TEC) del Mercosur hacia terceros países, supondría el mayor impacto en términos económicos, siendo que los niveles arancelarios del Mercosur son más altos que los del país, el arancel de importación de muchos productos indispensables para la producción en Bolivia se incrementaría, entre los que se cuentan las maquinarias, equipos, vehículos de transporte, entre otros, que se obtienen de proveedores como EEUU, China, Japón o la Unión Europea.

Para poder salvar esa problemática existe actualmente dentro del Mercosur una normativa que permite a los países tener una lista de excepciones a la aplicación del arancel. En principio, por su condición de País de Menor Desarrollo Económico Relativo (Pmder), Bolivia recibiría un trato favorable similar al de Paraguay, señala.

LA CAN

La Comunidad Andina es el principal mercado para las “agroexportaciones” de Bolivia debido la relación de complementariedad productiva existente con los países andinos. Sin embargo, con el Mercosur, las relaciones más bien son competitivas sobre todo para la producción del Oriente boliviano. Con excepción de Venezuela, los miembros del bloque tienen casi cubierta su demanda interna y son importantes proveedores de alimentos para el mundo.

En todo caso, y de manera excepcional, se ha manifestado que Bolivia no dejará de ser miembro de la Comunidad Andina, por consiguiente mantendrán las preferencias arancelarias que tiene actualmente con los países miembros de este acuerdo.

“Sin embargo, nuestro país comenzará a utilizar la normativa referida al comercio internacional, que el Mercosur aplica, a saber: la Nomenclatura Común del Mercosur (NCM), el Arancel Externo Común del bloque, así como las Normas de Origen", señala Saucedo.

Por otro lado, una de las desventajas que podría significar ser miembro pleno del Mercosur es la relación con terceros países, y la posibilidad de establecer Acuerdos Comerciales bilaterales con mercados como la Unión Europea o Estados Unidos, ya que la normativa del Mercosur obliga a los países a negociar “como bloque” posibles acuerdos, mientras que el país actualmente puede hacerlo de forma bilateral.

 
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