Ola de intranquilidad ante visita del Papa

Altas autoridades responsables de la seguridad del Estado han denunciado que estaría en marcha un movimiento de intranquilidad social a cargo de algunos sectores de la población con el objetivo de crear un ambiente de descontento social con motivo de la próxima visita a Bolivia del Papa Francisco, quien estará en nuestro país durante dos días y así tener contacto directo con las masas populares, cuya tradición católica nunca fue desmentida.

La denuncia oficial no dejó de sorprender a la población, que más bien esperaba que la visita del ilustre visitante fuese lo más tranquila y acogedora posible y, al mismo tiempo, esté rodeada de todas las seguridades que aconseja el acontecimiento.

Sin embargo, contrariando los buenos deseos del pueblo católico, el país se ha visto estremecido por una serie de acciones sociales de gran preocupación, las mismas que en vez de ser sofocadas y atenuadas con motivo de la llegada del Papa, más bien muestran mayor agresividad y amenazan prolongarse hasta la llegada de la máxima autoridad de la Iglesia e inclusive continuar su empeño durante los dos días que permanecerá entre nosotros.

En todo caso, la intranquilidad social denunciada por los medios oficiales se expresa en forma casi continua a partir de los problemas creados por los panaderos, debido a la suspensión de la subvención a la harina; la escasez de carnes de res y pollo en los mercados por una huelga de los proveedores de ese alimento popular y la amenaza de los choferes de recurrir a acciones de fuerza para subir de nuevo los pasajes.

Por si fuera poco, un creciente malestar recorre la médula espinal de la Policía por denuncias de corrupción e inclusive por crear un ambiente desestabilizador en el país; la enérgica reacción de una Generala de la Policía; el movimiento encabezado por un sacerdote a favor de la salud del pueblo y aumento del presupuesto nacional en el rubro respectivo, así como el anuncio de entidades populares de Potosí de realizar una marcha hacia La Paz demandando atención a necesidades desatendidas de ese Departamento. A esos signos de inquietud social se suman las conminaciones de los maestros, que dicen protestar por el alza del costo de vida y la insuficiencia de sus salarios.

No serían esos todos los problemas que han salido a flote en esta temporada, aunque es necesario indicar que no tendrían intención de afectar la visita del Santa Padre, sino serían por la necesidad de buscar soluciones a las causas de fondo que están originando esas marchas, movilizaciones, huelgas, bloqueos y otras formas de protesta que aunque garantizadas por la Constitución, podrían ser objeto de una ley que les ponga límite y hasta su erradicación.