Inusitado apuro para nueva reelección

Con tres años de anticipación el oficialismo y sus organizaciones afines han iniciado la recolección de firmas con miras a la que en realidad sería la cuarta postulación del presidente Evo Morales el 2019. Desde el año 2009 no se ha conocido a otro primer mandatario que el nombrado. Estos afanes políticos muestran una desmesurada premura que no deja de reflejar inseguridad, dudas y hasta desesperación por retener el poder, extremos que inquietan aún más a medida que las encuestas contradicen en alguna medida las expectativas oficialistas sobre el particular.

En ningún nivel internacional concreto existen antecedentes de semejante anticipación, tanto para postular a un candidato como para propugnar reelecciones, lo cual no deja de ser sintomático. Actualmente en el continente latinoamericano los gobiernos socialistas del Siglo XXI tienen como denominador común su intencionalidad prorroguista, pero ninguno se ha adelantado tanto como en este caso. No ocurrió ni con Hugo Chávez en Venezuela, con Cristina Fernández en Argentina, tampoco con Daniel Ortega en Nicaragua, mientras Rafael Correa en el Ecuador dio a conocer su decisión de no repostularse por tercera vez. La proclamación de los anteriores para una nueva gestión se anunció un año antes cuando mucho.

Un partido que no renueva su liderazgo no tiene futuro y por ello deviene en caudillista. El caudillismo es uno de los peores males políticos, como lo fue en el país y es la antítesis de la democracia. La fijación en un solo líder conduce fatalmente al culto de la personalidad y degenera en dictadura. Analistas atribuyen la situación a la falta de líderes de recambio en el MAS. En la actualidad hay muestras más que evidentes del culto a la personalidad con museos, monumentos, moneda acuñada con la imagen del presidente, aunque no esté todavía en circulación, además de un himno dedicado y poemas que se recita en actos escolares.

En mayo de este año, el movimiento femenino Bartolina Sisa inició el recojo de firmas para tal efecto, lo propio sucede con las siete Federaciones de Cocaleros del Chapare. La Federación de Juntas Vecinales afín al Gobierno, a su vez, busca crear condiciones para la reforma del artículo 168 de la Constitución, disposición que solo permite una reelección continua del presidente y vicepresidente del Estado. Estos intentos desconocen directamente el veredicto de las urnas del 21 de febrero pasado contra la repetida repostulación de ambos mandatarios. Tan enorme es la preocupación del MAS que su próximo congreso convocado para diciembre decidirá su posición sobre el tema.

Unidad Nacional ha denominado persecución política la imputación contra su jefe Samuel Doria Medina por el caso Focas, con la finalidad, dicen, de anular posibles rivales de Morales el 2019. Oficialmente el Gobierno se pronunció en sentido de que la cuestión será considerada y decidida el 2018, pero estos y otros aprestos indican que la carrera hacia el 2025 ha sido iniciada por el oficialismo.