Díaz y Hernández serían los reemplazantes de Jara y Aránguiez, quienes están suspendidos por acumulación de tarjetas amarillas. La Roja ya práctica en la ciudad de Calama.
La selección chilena se instaló ayer en las alturas de la norteña Calama, ciudad situada a 2.400 metros sobre el nivel del mar, con el fin de adaptarse a la altitud de La Paz donde el martes jugará ante Bolivia por las clasificatorias al Mundial de Rusia 2018.
El cuerpo técnico tiene claro que debe encontrar reemplazantes a Gonzalo Jara y Charles Aránguiz, que recibieron tarjetas amarillas y quedaron suspendidos tras la caída ante Paraguay.
Juan Antonio Pizzi, en ese contexto, tiene en mente a los jugadores que ingresarán: Paulo Díaz lo haría por Jara, debido a su buen desempeño en la Copa Confederaciones, y por la misma razón volvería Pablo Hernández por Aránguiz, amén del diálogo futbolístico que tiene con Marcelo Díaz, por su pasado en Celta.
Las dudas del técnico pasan básicamente por la adaptación a la altura y por el esquema. En ese escenario, Osvaldo González o Enzo Roco son ‘competencia’ de Paulo Díaz, mientras que si cambia el dibujo táctico de 4-4-3 a 4-3-1-2 podría entrar otro volante, además del ‘Tucu’ Hernández, que serían Francisco Silva, Felipe Gutiérrez o Jorge Valdivia.
En ese sentido, el gran perjudicado sería Nicolás Castillo, delantero que tuvo una baja actuación en la derrota ante Paraguay y perdió bonos. Por ahora no se contempla la presencia de Esteban Paredes.
La formación, hasta el momento y a la espera de los entrenamientos en Calama, sería con Claudio Bravo en portería; Mauricio Isla, Gary Medel, Paulo Díaz y Jean Beausejour en defensa; Pedro Pablo Hernández, Marcelo Díaz, Francisco Silva (Gutiérrez o Valdivia) y Arturo Vidal en mediocampo; Alexis Sánchez y Eduardo Vargas en ofensiva.
AGENCIAS
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