Publicidad

    


Violencia intrafamiliar


 

Resulta vergonzoso para los varones que incurran en tanta violencia intrafamiliar. En buena medida es una cobardía, pero además una llamada de atención para las mujeres, quienes deben tener más cuidado y prevención al elegir a sus compañeros de vida, a los que eligen como esposos o convivientes.

Es tiempo, asimismo, para que la justicia y en primera instancia la Policía reaccionen y adopten sanciones más severas contra los cobardes que pegan o maltratan a las mujeres. Los varones, aquellos que ejercen autoridad y, en especial, los padres de familia, deben demostrar que en el ejercicio de la autoridad les corresponde incluso enviar a las cárceles a quienes pegan a las mujeres, sin trámite judicial de por medio, pues es un delito mayor contra la sociedad.

La justicia no es la más indicada para aplicar sanciones en estos casos, porque actúa con extrema lentitud y, en ocasiones, es tolerante con los que golpean a las mujeres. Tal actitud puede ser interpretada, además, como complicidad, lo que puede atribuirse a que son los propios jueces, que en su mayoría son varones, los que también atentan contra la integridad de sus esposas.

Cabe hacer una anotación pertinente, en estos casos. Es muy probable que los varones que ejercen justicia tengan también hijas mujeres, pese a lo cual no se les ocurre pensar que al ser tolerantes con los atentados contra las esposas y convivientes, sus hijas corren similares riesgos, cuando se encuentren en esas situaciones.

Resulta escandaloso y plenamente condenable que en los primeros cinco meses del año en curso se hubieran registrado 11 mil casos de violencia intrafamiliar, de acuerdo con el registro que tiene al respecto el Ministerio Público. La autoridad pertinente anotó que esta cifra es superior a la de la gestión anterior, lo que implica que en vez de disminuir, aumenta la violencia contra la mujer.

Muchos de esos casos de cobardía se registraron en ese período en La Paz y en Santa Cruz, lo que querría decir que, pese a suponerse que son los departamentos de mayor desarrollo económico, se lucen también en tener el peor desarrollo social, pues es en este campo donde está comprendido el comportamiento social y, obviamente, el familiar.

Otro aspecto que resulta atentatorio e inclusive vergonzoso es que sea en Bolivia donde se registren estos casos, que son característicos del atraso social y, para ser más específicos, en el humano.

El golpear a las mujeres es una expresión de primitivismo, por lo que resulta insólito que, a la vez, figuren entre los departamentos más desarrollados del país. Esto querría decir que es en lo económico, pero en lo social seguramente ocupan los últimos espacios de atraso y violencia.

Ante esta infame realidad, es mejor que las jóvenes no piensen en casarse o tener convivencia con unos cobardes, pegadores de mujeres. Si éstos se sienten fuertes y diestros para golpear, tienen la oportunidad de dedicarse al espectáculo deprimente del boxeo, donde pueden lucir sus condiciones de golpeadores, o también de recibir golpizas propias de los que gozan al ser sacrificados o aureolados. En este último caso, por sentirse gratificados al resistir una buena paliza, como si ésta fuera un plausible gozo por ser masoquistas.

 
Revistas

Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender
la libertad y la justicia.
Reinició sus ediciones el primero de septiembre de 1971.

EL DIARIO
Decano de la Prensa Nacional
Miembro de la Sociedad Interamericana de Prensa y la Asociación Nacional de Prensa.

Dirección:

Antonio Carrasco Guzmán
Presidente del Consejo de Administración

Jorge Carrasco Guzmán
Gerente General

Rodrigo Ticona Espinoza
Jefe de Redacción

"La prensa hace luz en las tinieblas
y todo cuanto existe de progreso en el mundo
se debe a su inagotable labor"...

JOSÉ CARRASCO


Publicidad
Portada de HOY

JPG (768 Kb)      |       PDF (432 Kb)



Caricatura


Sociales

Piraí Vaca se lució en Mérida Romero

José Romero, Piraí Vaca y Daniela Mérida.

Velada para ellas

Norah Michel, Susana Calderón, Teresa Wayar, María Eugenia Oporto, Ada Soliz, Roxana Centellas y Virginia del Carpio.


Publicidad