Población alteña votó en medio de retrasos

A pesar de retrasos de jurados y desorganización en algunas mesas en el inicio de la votación, la jornada electoral en la ciudad de El Alto se realizó con normalidad, hasta las 17.00 horas, tal como estaba previsto por parte de la Corte Departamental Electoral.

Varios fueron los retrasos que se pudieron advertir, por parte de algunos jurados electorales, quienes a falta de responsabilidad en el cumplimo de los horarios de apertura de las mesas tuvieron que apresurar el inicio de las votaciones, actitud que generó la protesta de la ciudadanía que, desde tempranas horas de la mañana de este domingo, acudieron a sus recintos para emitir sus votos.

Este problema generó desorganización en los mismos jurados en la recepción de documentación a los electores, como es la cédula de identidad, actitud que duró por varios minutos, mientras las filas comenzaban a crecer a causa de esta tardanza, en varias recintos electorales de los diferentes distritos municipales de la urbe alteña.

En varios centros de sufragio hubo ausencia de votantes durante la mañana, actitud que poco a poco hasta las 10.00 de la mañana, aproximadamente, se fue normalizando, con la presencia de los ciudadanos, quienes llegaron hasta las diferentes unidades educativas.

Uno de los problemas que causó la poca asistencia de votantes durante algunas horas de la mañana fue también el mal tiempo, que logró componerse paulatinamente, donde se ha visto la presencia de un mayor número de ciudadanos.

Uno de los problemas que ha generado el incumplimiento de las normas de bioseguridad en algunos recintos electorales fue el poco control policial que se pudo advertir en estos lugares, donde las personas, en su mayoría, no utilizaron los barbijos ni cumplieron con el distanciamiento social, tal como corresponde.

Otro de los problemas que se presentó durante la jornada electoral de ayer fue la poca información que hubo por parte del personal de la Corte Departamental Electoral (CDE), para con las personas que no encontraban sus nombres en las listas, donde finalmente, en algunos casos, habrían sido depurados y en otros cambiados de recinto electoral, una gran parte de los perjudicados fueron de la tercera edad.