Movimientos sociales, quiénes son en realidad

Hasta hoy no he logrado saber quién o quiénes son los movimientos sociales. Aprendí años atrás de mano de un político, que gran parte de las marchas que vemos con cualquier motivo en la ciudad de La Paz, nada tienen de espontáneas y que, en ese entonces, se pagaba a 17 bolivianos por marchista, lo que me daba una pista de que los movimientos sociales no son marchantes al fósforo.

Sin embargo, dentro de lo interesante y único de nuestro país, podemos ver que los movimientos sociales se han convertido en fuente de poder, lucro y presión; para el Gobierno, vienen en ser una pistola en sien, pronta a disparar. Que quede claro que no se trata de un invento de los actuales dirigentes encaramados en las altas nubes del poder. Los movimientos sociales parecen ser de anterior data.

¿Que el Parlamento, o con su nuevo nombre la Asamblea, va a sacar una ley sobre lo que sea? No interesa. Podemos derogarla movilizando los “movimientos sociales”. ¿Que el Gobierno quiere llevar modernidad y contaminación a un parque nacional? No importa, movilizaremos a los movimientos sociales. Que si el Alcalde tiene la atrevida idea de ordenar el tránsito en La Paz, no importa, los movimientos sociales lo pondrán en su lugar.

La verdad es que en estos tiempos de alta tecnología y de brujería colonial desde Palacio, en medio de los humos de los sahumerios, las invocaciones a dioses que no sabía que existían, la Internet que mueve 14 mil firmas a raíz de una muerte en sólo dos días, estoy perdido, sin saber qué pasa en el cada día del país, ni dónde es la sede los movimientos sociales. ¿Existirán o sólo serán una alucinación fruto de la fiebre que me da al ver tanto abuso, tanto irrespeto por toda entidad, o por lo mal que andamos en la realidad y lo bien que lo pasamos oficialmente?

Estuve el otro día hojeando la guía telefónica de la ciudad de La Paz, y en la parte “Movimientos sociales” no se registra teléfono alguno. Entonces, ¿cómo los convocan desde Palacio Quemado, desde la Asamblea, de la Gobernación, o de donde sea? Los protagonistas del ilegal derrocamiento de uno de los últimos presidentes elegido por voto, y que asaltaron surtidores de gasolina en El Alto, con consecuencias trágicas, se indica que serían parte de los movimientos sociales, lo que demuestra que pueden deponer presidentes. El estado de inseguridad jurídica que asola el país, que se traduce en que no importa lo que la ley diga, pues sólo vale lo que señalen los movimientos sociales, es una muestra de que existen y que son el verdadero poder detrás del trono.

Como en medio de tantas huelgas a uno se le pega el ocio, me fui tras de la pista de estos movimientos a la Cámara Nacional de Comercio, y ocurre que no están registrados, y por lo tanto ¡no tienen existencia!

Al estar de oficina en oficina, entre ellas la de derechos del autor, pues alguien debe haber patentado el nombre, un conocido que tampoco trabaja demasiado, me preguntó en que andaba. Al preguntarle por mi inquietud se sonrió y me dijo que los movimientos sociales eran un decir para referirse a la gente de gobierno, cuando sale a la calle. Algo así como “el pueblo movilizado”, a lo que le respondí que yo soy pueblo y que sólo me movilizo cuando no hay huelga de transporte, lo que únicamente merecía una sonrisa de desprecio, ante mi necedad y cortas entendederas.

Ahí me reí yo, pues cada vez que le hacen alguna trastada al Gobierno, como rechazar su aumento del precio de la gasolina, dejarlo con los crespos hechos con su alza de salarios, o boicotearle su decreto en contra de la salud boliviana, todo eso lo hacen los movimientos sociales.

Por la cara con que se fue el amigo, parece que tratar de averiguar lo que deseo es una locura y que no tiene cabida dentro de la seriedad de la ciudad. En concreto, a la fecha no he logrado saber a ciencia cierta quiénes son o qué es esto de los “movimientos sociales”, de cómo dan recomendaciones para conseguir pegas, porque a ellos no les son aplicables las normas de derecho del país y porque pueden derrocar presidentes y encima ¡recibir pensiones y dineros por hacerlo! Ya que no he logrado mi objetivo, trataré de terminar en los próximos días qué quiere decir “hasta las últimas consecuencias” y cuáles son éstas, pues todo el mundo las señala y en alguna parte deben estar.

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