Epidemia de “Evola” en Bolivia

Mi caritativa pariente espiritual me ponía al tanto del acontecer mundial y nacional, como lo hace todos los días y repentinamente se detuvo y me dijo estremecida que una epidemia se hallaba castigando a varios países africanos y amenazaba con trasladarse a nuestro continente; el mal de llamaba “Ébola”.

Como la cholita cochabambina y yo no diferenciamos al hablar la “b” larga de la “v” chica o dentilabial, me apresuré a tranquilizarla y dije a mi comadre: “No se preocupe, comadritay, porque en Bolivia hace nueve años que se desencadenó el mal de Evola...

De esa manera pude aliviar la intranquilidad de mi socia periodística, quien se sintió salva del mal africano y también de la epidemia boliviana, aunque ambos sabemos que existe la posibilidad de que nuestros votos sean escrutados como Evistas ante la vista gorda del Tribunal Supremo Electoral y la Tribunal Electoral Departamental de La Paz.

Impresionada por el mal africano, el Ébola, buscamos mayor información acerca de ese flagelo, aunque sólo conseguimos confirmar que tiene aterrado al mundo occidental, hasta el punto de haber alarmado a la cholita cochabambina, hasta que yo conseguí explicarle las diferencias entre el Ébola africana y el Evola boliviana que no mata a los bolivianos, aunque tampoco nos deja vivir tranquilamente, sobre todo cuando descubrimos que es un mal difícil de erradicar.

La inteligente cochabambina reflexionando acerca de la epidemia del Evola (con “v” chica) me manifestó que el mal había recrudecido en esta época electoral, impulsado precisamente por nuestras autoridades gubernamentales, vale decir ministros, viceministros, militares y caciques de las áreas rurales, causándole espanto el saber que impulsaba esa epidemia el mismo Ministro de Salud, lo que le pareció una incongruencia aún mayor.

Yo me limité a decirle a la cholita que vivimos en un “typical país”, donde todos los días somos testigos de incongruencias, como escuchar a nuestro propio Presidente Vitalicio quejarse ante las masas campesinas por haber recibido insultos de algún candidato presidencial, lo cual posiblemente causó el llanto de las organizaciones femeninas que lo apoyan.

Finalmente, mi comadritay me recordó que hoy estamos en el 5 de agosto y que deberíamos homenajear a nuestra Patria que mañana recuerda otro aniversario más de su Independencia, por lo cual entonamos los sublimes versos del Himno Nacional.

Después de haber lanzado vítores a nuestra Patria, hoy convertida en Estado Plurinacional y Folclórico, mi comadritay Macacha me hizo recuerdo de que estamos en el “Mes de la Pachamama”, cuando deberíamos festejar al “Mes de la Patria Boliviana”.