Todo honor a joven triunfadora

Los bolivianos tienen muy pocas veces que celebrar victorias del deporte nacional en torneos internacionales. De ahí que corresponde rendir todo honor a Stefani Coronado, marchista que se coronó como campeona en una competencia de esta especialidad, en México.

Stefani salió de La Paz en medio del silencio general, por lo que mayormente no se conocía su trayectoria de atleta disciplinada y capaz de lidiar con éxito en la marcha de 10 kilómetros, como demostró en el Challenger de Chihuahua, México, el sábado 7 del mes en curso.

Esta es la primera ocasión en la que una atleta boliviana es coronada con la medalla de oro, en un certamen en el que participaron representantes de distintos países. La victoria la obtuvo con un tiempo de 47 minutos y 32 segundos. El segundo y tercer puesto los obtuvieron las mexicanas Julia Estrada (48´07´´) y Valeria Ortuño (48´15´´)

Stefani, con el meritorio triunfo que conquistó en México, fue clasificada automáticamente para intervenir en el Panamericano Juvenil de su especialidad, que tendrá sede en la ciudad de Edmond, Canadá, entre julio y agosto de este año.

Se informó también que está seleccionada para competir en el Panamericano de Marcha, que se efectuará en Arica, Chile, entre el 9 y 10 de mayo, de acuerdo con las informaciones que proporcionó a la prensa deportiva el presidente de la Federación Atlética de Bolivia, Marco Luque.

El dirigente deportivo puso en alto el triunfo de Stefani, diciendo: “Es una gran sorpresa, porque no esperaba que una boliviana ganase en esta prueba”. Añadió que “es un éxito maravilloso, creo que va camino a convertirse en una figura nacional en la marcha atlética”.

La joven marchista es nacida en La Paz, tiene una figura alta y espigada, apta para asumir los desafíos atléticos que se le presenten en el futuro.

La especialidad de marcha en las carreras atléticas es muy exigente. Corresponde haber asimilado una técnica que segundo a segundo tiene que ser cumplida con todo rigor. De lo contrario, al primer traspié, sobreviene la descalificación.

Stefani al efectuar una carrera impecable, demostró que tuvo muchos días y horas para aplicarla sin falla alguna. Pero, la marcha atlética no sólo es cuestión de no errar en el aspecto técnico, sino que tiene que poseerse el vigor físico y mental necesario para desplazarse al máximo de la velocidad que impone esta disciplina.

Ante tales exigencias, nuestra corredora demostró que tiene nervios de acero, agilidad mental y una excelente preparación. El lauro obtenido por Stefani tiene, entonces, que ser compartido por su preparadora física Martha Marín, pues si bien tuvo en sus manos un cuerpo bien acondicionado para desplegar sus condiciones, su entrenadora supo extraerle la siempre difícil opción de ser ganadora. Se ve, en consecuencia, que es una profesional de primer nivel.

La prensa deportiva recuerda ahora que Stefani estuvo cerca de hacerse de la presea dorada en una competencia similar, el año anterior. Se situó en segunda posición, obteniendo la medalla de plata.

También puso de manifiesto que se ubicó en el octavo lugar, en julio de 2014, en el Campeonato Mundial Juvenil de Marcha, que se efectuó en Eguene, Estados Unidos.

Por último, hizo memoria de que tiene varias medallas de oro en torneos nacionales que se cumplieron en los últimos años, tanto en 10 Km. como en 5 Km.

Por tanto, en Bolivia se cuenta con una deportista que alcanzó ya varios lauros y que posee todo el potencial, a sus sólo 18 años, para constituirse en la máxima figura deportiva del país, en estos tiempos.

Lo que queda a los bolivianos es rodearla de afecto y admiración, así se sentirá más fortalecida física y emocionalmente. Esto es vital para una deportista de tanta prestancia. Su maestra tendrá que seguirla preparando con la mayor prudencia posible, pero también con la insistencia necesaria para someterla a una preparación óptima.

En el país se tendrá que virar la mirada hacia la figura de Stefani y sus dotes de atleta de excepción, en vista de que el fútbol, que a estas alturas es sólo un espectáculo y no un deporte, únicamente le depara frustración tras frustración, tanto en el plano profesional como en el juvenil.