La muela del juicio presidencial

Hace algunos días, mi reportera me preguntó si me interesaría comentar acerca de una noticia odontológica, respondiéndole con mi habitual despiste que nunca lo había hecho, ya que los dientes y muelas son asuntos personales que sólo interesan a sus propietarios y a los profesionales encargados de su cuidado, contestación que no satisfizo a la cholita cochabambina, quien se cree con el derecho de meter sus dedos en la boca de cualquier ciudadano.

Mi pariente espiritual, que jugaba con mi desconocimiento noticioso sin mostrarme sus naipes, me dijo a quemarropa y sin anestesia que una muela fue capaz de torcer los planes de nuestro Presidente Vitalicio, algo que jamás habían conseguido todos sus opositores juntos.

Ya interesado en los planes periodísticos de mi reportera con polleras, le pedí que desembuchase de una vez todo lo que había averiguado acerca del dolor de muelas del Presidente, que obligó a éste a torcer su itinerario político.

La cholita nacida en Quillacollo sonrió, mostrándome su blanca dentadura, relatándome a continuación que nuestro mandamás se encontraba en Tarija ajustando algunos tornillos post-electorales, luego de los “chanchullos” del Tribunal Electoral en Sucre, pasando luego a la ciudad de Guadalquivir, donde se aprestaba a bailar una cuecas tarijeñas y a jugar un encuentro de fútbol arbitrado por un réferi bombero.

La cholita quiso dramatizar los hechos y me dijo: “De repente, se llevó las manos a la cara, el dolor le hizo derramar algunos lagrimones y Evo exclamó: ¡¡¡Me duele la muela del juicio!!!” y salió de los festejos aullando, cual si fuera un lobo herido, ordenando a su piloto que lo condujera a La Paz”.

Macacha que siempre está en alerta buscando noticias se enteró del martirio molar del infortunado Presidente, a quien su dentista de cabecera le habría dicho que se trataba de “la muela del juicio”, dato que me fue transmitido inmediatamente por la cholita.

Ya en la casa nos asociamos al dolor del Presidente del Estado Plurinacional y Folclórico de Bolivia, aunque no pudimos evitar que en nuestra conversación ambos sonriéramos al saber que fue la “muela del juicio” la que atormentó a Evo, lo cual motivó el punzante juicio de mi comadritay: “Tenía que ser la muela del juicio, porque el juicio post-electoral contra Evo y algunos de sus colaboradores es terrible y condenatorio, y mucho más doloroso que un dolor en la llamada “muela del juicio”. Macacha agregó que ella es una mujer feliz y cuando es atacada por la tristeza, sonríe al pensar que a esa hora, en algún lugar del mundo estará alguien con dolor de muelas…