“Sólo puedo decir gracias”

Con la amabilidad y humildad que la caracterizan acompañada de sus cuatro fieles mascotas. En la sala de su casa que es un pequeño museo que muestra todos sus logros, doña Rosita Ríos abre su corazón para contarnos sus experiencias en el teatro, lo que le dejó en la vida el hecho de subir a las tablas y su despedida de los escenarios

¿QUIÉN LA INVITÓ A PARTICIPAR EN EL TEATRO?

Don Raúl Salmón. Un día vino a sacar su carnet, a identificaciones, donde trabajaba me dijo "necesito mi carnet ya nomás por favor estoy viajando" y fue así que hablé con el director y pedí autorización. Cuando me dijo cuánto es, yo le dije nada, sólo quiero pedirle un favor, invíteme al teatro (sonríe mientras recuerda) él pensó que quería que él me lleve a ver una obra, sin embargo luego entendió y me dijo ensayamos a las 18.00 y así también fui y me dio un papel en la obra.

¿RECUERDA CÓMO DEBUTÓ EN EL TEATRO?.

Fue hace 46 años en 1969, la obra era “La calle del pecado”, de Raúl Salmón. “Yo miro, oigo y callo” fue el único parlamento que dije en mi papel de sandwichera, actué con tal emoción que incluso se me salió el zapato y la gente se puso de pie para aplaudir.

¿ES AMANTE DEL BAILE TAMBIÉN...CÓMO ES QUE BAILA EN EL GRAN PODER?

La morenada, comencé entre chiste y chiste. Mi segundo hijo bailaba de moreno y mi yerna de figura yo les seguía por atrás, dándoles agua en el trayecto de la entrada, hasta que un día me dice que baile –ese mi hijo me llevó donde sea para bailar y el otro donde sea para comer con él— recuerda.

Entra de osito me dijeron, eso fue hace 20 años, y acepté; bailaba por donde quería y un día fui al último encuentro y los otros fraternos me dijeron ¿por qué no bailas, en el bloque de las palomitas celestes?, yo pensé ‘qué voy a llevar el paso de ustedes’. Baile delante de nosotros, a paso lento le daremos ropa y me vistieron de pies a cabeza y fue así que comencé a bailar.

Pasaron cuatro años más y ahora ya soy una de las figuras del bloque las viejas de la Fraternidad Transporte Pesado este año espero también poder participar.

¿SE ANIMARÍA A DAR CLASES DE TEATRO?.

Doy consejos de teatro sin embargo dar clases como tal y abrir un espacio creo que no lo haría por respeto, pues nunca hice una carrera de actuación que certifique que estoy preparada para el teatro, pero si alguna vez comparto mis experiencias con estudiantes y les trasmito lo que se.

¿QUÉ LES DICE A LAS AUTORIDADES?

Que no se olviden de los artistas un claro ejemplo es lo que pasó con mi amigo compañero y hermano David Santalla por quien oro para que se recupere, los reconocimientos son lindos y una está agradecida pero también necesitamos otro tipo de apoyo.

SU VIDA...

Tengo tres hijos Juan José Claure Ríos (55), Dante Antonio (52) y la otra Claudia Rosy (40) también cinco nietos y cuatro bisnietos, pero ninguno siguió una carrera artística, sólo me acompañan para darme gusto ahora en esta mi obra quiero que participe mi hijo Juan José pero aún no le dije nada.

ALGÚN CONSEJO

Lo único que puedo hacer es dar gracias. A Dios gracias y a la Virgen de Copacabana como verán estoy rodeada de mis santos. Entonces qué más puedo pedir a la vida, quiero despedirme de esa forma del teatro y pedirles a los nuevos actores y directores que hagan obras de Raúl Salmon que tienen mucho contenido y mensajes a la juventud.

A los jóvenes decirles que mientras tengas sus padres, díganles te quiero. Los padres no necesitamos joyas plata, necesitamos amor, cuando un padre es joven se desvive por los hijos, pero cuando se es mayor, uno necesita cariño, compañía y al finalizar ese es el mensaje que daré con la obra de mi vida.

TRAYECTORIA

Entre las obras principales que realizó Rosa Ríos están “La calle del pecado”, “La sandwichera de la esquina”, “Me avergüenzan tus polleras” y “El calvario de mi madre”, sin embargo, no sólo realizó carrera sobre el escenario, también hizo spots publicitarios, producciones fílmicas de las cuales se pueden resaltar “La niña de sus ojos”, “Corazón de Jesús”, “Cuestión de fe”, “Escríbeme postales a Copacabana” y “Gran escape”, “una película de producción internacional que no se difundió en el país por las escenas escandalosas y fuertes”, agrega Ríos.