Relevo y parcialidad comprobada

Cada vez con más intensidad se suceden traspiés del Tribunal Supremo Electoral y de los Tribunales Departamentales, para asombro y perplejidad de la ciudadanía, sin que falten hechos entre risibles y vergonzosos. Aunque en nuestro medio y más aún en periodos electorales, un escándalo opaca al anterior, el protagonizado por el vocal Ramiro Paredes es la gota que rebalsa el vaso. Su asistencia a una fiesta en celebración de su cumpleaños con el grupo masista Inti Cocos -rigurosamente vestido de azul- ha comprometido del todo su imparcialidad en el ejercicio del cargo de vocal del TSE, como es de conocimiento público.

Comprometiendo su propia imagen y actuando encubridoramente, la Sala Plena del TSE lo absolvió de pena y culpa, no obstante la flagrante transgresión del artículo 4ª de la Ley de Régimen Electoral que impone el principio de imparcialidad, violado por Paredes. Tal como reveló su colega Wilfredo Ovando, la Sala Plena había considerado que se trataba del uso del “tiempo libre” de su colega y de la vida privada del mismo; por consiguiente no existía falta alguna. A su vez el presidente Evo Morales -muy afecto a intervenir en lo grande y en lo chico- aseveró que el vocal no asistió a un acto “institucional” del MAS, pero que “debía cuidarse”, lo que en buen romance es aconsejar “no dejarse pescar”, como se diría en lenguaje popular. Por supuesto, se trataba de una pauta muy elocuente que el TSE asumió de inmediato, como es costumbre.

El encubrimiento se complementó con la concesión de vacación al aludido, precisamente cuando el caso se encontraba en la “cresta de la ola”. La visión de la medida no fue otra que el tiempo diluya lo sucedido. En efecto, no tardaron en presentarse nuevos acontecimientos, como un dudoso triunfo avalado en el Beni.

No ocurrió algo similar con la vocal Dina Chuquimia, quien con descaro de su filiación partidista, reenvió twiters electorales a favor de Guillermo Mendoza, candidato a alcalde por el MAS. Fue suspendida y también cubierta con del manto del olvido de socorridas vacaciones. Ésta se quejó por haber sido sancionada en sesión de menos de 10 minutos.

En realidad, toda la cúpula del TSE puso en evidencia depender del Órgano Ejecutivo: Ovando, vicepresidente y ex presidente, aparece fotografiado junto a Evo Morales en actos oficiales del partido de gobierno, el resto juró el cargo con el saludo propio del mismo partido, pero, aunque no fuera así, sus actuaciones de franca parcialidad ante las candidaturas del MAS los denuncian sin atenuante alguna, como sus devotos servidores. Lo demuestran, entre muchos otros hechos, la anulación de candidatos opositores o independientes en Cochabamba (Rebeca Delgado), en Potosí, etc., luego dieron de baja a 228 candidatos en el Beni, para perjudicar a la oposición a contados días de la subnacionales y, finalmente, el controvertido triunfo del MAS en el mismo departamento.

Estando tan comprometida la independencia e imparcialidad de los órganos electorales, no es posible que la ciudadanía asista a nuevos eventos con semejantes antecedentes. Si se quiere referendos confiables de autonomías, en puertas, los Órganos del Estado están emplazados a relevar en sus cúpulas y niveles importantes estos aparatos, en aras de un respiro de idoneidad y transparencia al que tiene legítimo derecho el pueblo elector a tiempo de depositar su voto.