Los reos y la Generala

Al recodar que ayer se celebraba el día de la Policía Boliviana encargué a mi reportera y pariente espiritual que se trasladase a la Academia Nacional, donde se forman los jóvenes que velarán por el orden y la legalidad en todo el territorio de nuestro Estado Plurinacional y folclórico, más folclórico que plurinacional. Siempre cortés y atento con las damas, pedí a mi emisaria que transmitiese mi caballeresco saludo a la Generala Rosario Chávez, presentando mi saludo militar en posición de ¡firme!

Al cabo de unas horas retornó la periodista a nuestra mesa de redacción conmovida ante su frustración periodística, tirando a mis pies su libreta de anotaciones y exclamando desilusionada: “nuestro país anda de cabeza, pues la Generala ya no comanda la Academia de Policías y ha sido dada de baja por haber denunciado el mal comportamiento de algunos jerarcas de la institución policial”.

Como no pude comprender tales hechos producidos en la “institución del Orden”, la desilusionada Macacha me repitió su primera observación y me dijo casi al borde de su total decepción: “Ya le dije, compradituy, todo anda de cabeza, pues los presuntos reos, aquéllos que habían sido denunciados por la valerosa Generala Rosario Chávez, ahora la han degradado, aquéllos que antes fungían como autores de hechos condenables.

Ante una situación tan injusta y desprovista de razón, pregunté a la cholita cochabambina qué podríamos hacer dos simples ciudadanos para defender a una Generala de policías que ahora es víctima de los mismos que antes fueron denunciados por cometer actos ilícitos… Mi pregunta causó una amarga sonrisa en la cholita nacida en Quillacollo, quien se atrevió a decirme: “como nuestro país marcha patas arriba, no nos queda otro remedio que brindar a la ex-Generala de la Policía Boliviana Rosario Chávez -alias Cha Chá- nuestro sincero ofrecimiento de apoyarla periodísticamente hasta dar con los presuntos reos que la condenaron por haber denunciado, ante algunas autoridades de la Policía Boliviana, que hay indicios de corrupción en la institución que luce el uniforme verde olivo.

¿Y qué podrá hacer la Policía Boliviana ante ese hecho tan insólito como desconocido de que pudiera existir corrupción en las entrañas mismas de nuestra respetable institución…?

Al final, mi reportera y yo nos tranquilizamos a regañadientes después de conocer otro hecho más que confirma nuestro vivir en un país que marcha patas arriba, degradando a una Generala de Policía por haberse atrevido a decir ante sus jefes que hay corrupción en la Policía Boliviana, algo que nadie admitía y ni siquiera sospechaba.