Dependencia tecnológica

Hace poco leí que las y los jóvenes gastan 60 Bs. diarios para comunicarse por WhatsApp, Facebook, de hecho ya no leen ni hablan cara a cara, lo cual no es novedad, ahora con el “dominio” de las Tecnologías de Información (Tic). Dominio, entre otros, propiciado por la “devaluación” de la educación por parte del régimen (MAS). Ahora “juniors” se comunican más por celular, etc., lo cual tampoco es novedad, excepto por su compulsivo uso; o dependencia tecnológica (DT) que “limita”, entre otros, la creatividad: la visión y misión de vida de éstos y otros usuarios: casi “robotizándolos”.

Esta DT es un fenómeno que nos envuelve con diversos “medios”, induciéndonos a configurar un entorno sociocultural a gusto y sabor -casi- de la cultura (eurocéntrica) que “fabrica estas Tic. Si bien desde hace 13 años está vigente la impronta -retórica- de la “descolonización”, la DT es superior a los “esfuerzos” descolonizadores (MAS) que no han calado en la mente de los “juniors”, es más, el Ministerio de educación no ha logrado que éstos operen las (laptops) “Quipus” entregadas por el Gobierno. El acceso a esta tecnología es tan “voraz” que seguimos igual o más atrapados en un mundo capitalista, por las transnacionales. ¿Que se accede a “nueva” información?, conste que ésta no necesariamente es útil. En consecuencia, los “juniors” que gustan de “aparentar”, no seleccionan esta información, y tampoco les importa pagar mucho.

Basta mirar a mí alrededor para percatarme que estoy rodeado de DT que a voz en cuello detallan sus intimidades, “absurdos” en muchos casos, al extremo de que el “celu” ya es parte de la vida cotidiana, es una necesidad de primer orden, es decir, los usuarios sin éste quieren “desfallecer”. Si bien hace 13 años se habla de cambio, pero, fácticamente, es insuficiente ante la información (muchas alienantes) de estas Tic que induce a un “reacomodo” en la estructura cognitiva de las y los jóvenes, que “ajusta” una recolonización. Estos usuarios (olvidados del Ministerio de educación) no tienen –o no lo quieren tener- asesoramiento pedagógico para seleccionar la información de la gran Red, por donde se mire están “pegados” al celu o navegando por Internet, lo que supone gran número de horas, incluso superior a las que dedican al estudio, a relaciones interpersonales, al deporte etc., y que con seguridad pierden,

La gran Red es un elemento que aísla al ser humano. Las y los jóvenes en un “régimen socialista” son individualistas y soberbios. Es patético que la autoridad de educación no se percate y permita esta DT o -casi- nueva forma de “esclavitud”. Por ello, no intentamos escapar ni luchar contra ella contentos con los “espejitos de colores” mientras se extinguen el fruto del trabajo, el tiempo, el idioma, la convivencia, la libertad. Se habla con abreviaturas, se enamora a través de un monitor, se saluda a la familia, se instruye (educa) a los hijos por WhatsApp, con una sonrisa “ingenua”. No se advierte organismo u autoridad que intente revertir pedagógicamente esta DT, más bien se la promociona con las Quipus. De hecho, las universidades, los colegios (públicos y privados) indirectamente inducen a las y los jóvenes al “orden” limitando los trabajos educativos al chat. Por ello, alguien tendrá que asumir esta responsabilidad de reorientar el uso de los Tic y, sin inmiscuirse con la libertad de expresión, generen en las y los jóvenes actitudes que les permitan desenvolverse en sociedad, lean y hablen cara a cara.