La plata bajo el colchón

Así lo dispone el Presupuesto General de Nación recientemente aprobado por el Gobierno al asignar una suma más que millonaria a una partida denominada “Evo cambia, Evo cumple”, que será manejada desde el Palacio Real de la plaza Murillo bajo la mirada honesta y severa del señor Juan Ramón Quintana.

Como le podría suceder a cualquier ciudadano, quise saber dónde guardan los dineros de esa cuantiosa partida presupuestaria y entendí que nadie mejor que mi corresponsal en tan privilegiado lugar tendría que conocer el sitio exacto donde se guarda esos apetecidos billetes, animándome a pedirle a la cholita el camino más fácil para acceder a un lugar tan privilegiado.

Me acerqué afectuosamente a mi discípula periodística y pariente espiritual y le dije, poniendo ante ella mis ojos de cordero degollado: ¿Usted sabe, palomitay, dónde se guarda la plata que sirve para cumplir con el programa “Evo cambia, Evo cumple…?”.

La cochabambina nacida en Quillacollo me miró con altanería y me dijo: “Conozco todos los rincones de este viejo palacio y naturalmente sé dónde guardan su platita presupuestaria nuestro Presidente Vitalicio y su Ministro que es tan vitalicio como Evo, pero no tanto…”.

Traté de explicar a mi comadritay que yo no pretendo llegar a conocer el sitio mismo donde se guarda los billetes de la partida presupuestaria “Evo cambia, Evo cumple” sino llegar a saber si algo de esa cuantiosa partida estaría destinada a prorrogarse en el poder por sécula seculorum. La cochalita no dio su brazo a torcer y me contestó: “No me hable usted en latín porque ahora la misa se reza en español”.

Cuando me di cuenta de que yo había perdido la partida, le pregunté si ella podría conseguir que yo pudiera de alguna manera ser incluido en algún punto del programa “Evo cambia, Evo cumple”, Macacha me miró sorprendida y me dijo: “yo puedo tener algún conocimiento del presupuesto aprobado porque soy colaboradora de Evo, porque creo que es insustituible; en cambio usted no puede tener acceso al programa porque usted es pro imperialista, amigo de los Estados Unidos, admirador de Tuto, Samuel y Rubén Costas. Con todos esos antecedentes está usted negado de participar en el plan presupuestario “Evo cambia, Evo cumple”. Las cosas claras y el chocolate espeso.