El veneno de la abeja “Apis mellifera” segrega una potente toxina que podría combatir no solo el virus VIH-sida, sino también ciertos tipos de tumores que se presentan en el humano.
Esta información fue dada a conocer por el biólogo de universidad artífice, Paul Schlesinger, quien descubrió que puede destruir el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) sin dañar las células del organismo.
Con esta finalidad, científicos de la Universidad de Washington, en EEUU, bombardearon con nanopartículas de esta sustancia al virus. El ataque consiguió agujerear la envoltura protectora que lo rodea.
Asimismo, explicó que las células cancerosas se adaptan y se hacen resistentes a muchos agentes antitumorales, pero es difícil que encuentren un mecanismo para esquivar a esta mortífera sustancia.