La historia de San Nicolás



Nicolás de Mira, gracias a la fiel crianza de sus padres, fue un hombre que quiso agradar a Dios. Su vida impactó de tal manera que inspiro la leyenda de Santa Claus, debido a que obsequiaba regalos desinteresadamente. Los bisabuelos de Nicolás construyeron la Iglesia de San Pablo como un monumento viviente para que generaciones futuras pudieran adorar a Dios.

La fe de los bisabuelos de Nicolás pasó de generación a generación, por lo que nació en un hogar con una fe sólida. Cuando Nicolás tenia diecisiete años su padre falleció y a los dos días su madre, ese hecho hizo que Nicolás pasara de niño a hombre vertiginosamente.

Como sus padres fueron terratenientes ricos, heredó las propiedades de su familia. Así que se encargó de administrar esos bienes.

-sin apoyo buscó la dirección divina y las palabras de Cristo al joven rico penetraron su corazón: "Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme" (Mateo 19:21)

En medio de sus luchas se enteró de un noble que perdió todo y no podía pagar la dote de su hija (En esos días los padres tenían que proveer una dote suficiente, de lo contrario sus hijas no podrían casarse).

Una de las hijas del hombre decidió venderse como esclava para poder conseguir la dote de su hermana. Cuando Nicolás se enteró de su situación, secretamente ubicó el hogar y lanzo una bolsa llena de oro por la ventana. Poco después lanzó otra para que la segunda hija pudiera casarse.

Cuando llegó la fecha del casamiento de la tercera hija, el noble estaba tan decidido a descubrir quién era su benefactor secreto, que ató una campana a una cuerda que puso alrededor de su casa.

Por su puesto, cuando Nicolás se acercó al hogar con su tercera bolsa llena de oro, la alarma sonó y fue descubierto. Sorprendido, Nicolás hizo que el noble prometiera que no lo diría a nadie, pero el secreto duró muy poco, rápidamente se difundió la noticia de que Nicolás era responsable de ese y otros actos benéficos que había realizado en secreto durante muchos años. Al cumplir con esos gestos de generosidad, Nicolás se convirtió en agente secreto, pues se disfrazaba para poder caminar por las calles y evaluar personalmente las necesidades de la gente, luego regresaba a escondidas de noche y lanzaba comida, ropa, o dinero -según la necesidad- por las ventanas. Algunos decían que lanzaba sus regalos por las chimeneas para despistar a los que quisieran saber quién era el responsable de aquello. De ahí surgió la leyenda de que San Nicolás reparte sus regalos bajando las chimeneas.

Mientras que caminaba por la calle de Mira, una mezcla de tristeza y alegría se albergaba en su corazón. Tristeza debida a la necesidad de la gente y alegría, pues sabía que Dios lo usaría para ayudar de manera significativa.

¿Quién recibió más? Los que recibían los regalos no tenían idea de su procedencia, pero la alegría que Nicolás experimentaba al actuar con bondad y misericordia marcó claramente la senda de su vida, se dedicó con todo lo que poseía a ayudar a los necesitados para agradar a Dios.

Nicolás se dirigió a tierra Santa y volvió a los veinte años a su tierra natal donde lo nombraron líder de la iglesia aproximadamente el año 300 D.C.

Cuando Dioclesio, el emperador romano, proclamó el edicto de encarcelar o matar a todos los cristianos, Nicolás reunió a los fieles en la iglesia, sabiendo que la persecución estaba por comenzar, exhortó a los creyentes a estar firmes en su fe en Cristo y estar dispuestos a morir por Él.

Según la tradición, Nicolás fue arrastrado fuera de la iglesia, lo golpearon públicamente, lo torturaron y lo encarcelaron, los cristianos escaparon y muchas iglesias a través de la provincia fueron quemadas.

Constantino el Grande conquistó el imperio occidental y declaró el final de la persecución de los cristianos y dejaron en libertad a Nicolás a sus cuarenta y cinco años.

Nicolás volvió a su tierra y se puso a cuidar de nuevo a la gente, pues él sabía la importancia de una fe que se muestra por las obras, sentía que era su responsabilidad satisfacer las necesidades de su prójimo, luego comenzó a enseñar sobre la alegría que poder ayudar a otros en secreto. Muy pronto otros siguieron sus pasos sin esperar recompensa o reconocimiento.

Después de su muerte, muchos de los ciudadanos de Mira continuaron calladamente con la tradición establecida por Nicolás, cuando la gente preguntaba de dónde venían los inesperados regalos, se les decía: "¡Debe haber sido San Nicolás!".

Mientras más aumentaba la práctica de dar en secreto más crecía la leyenda de Nicolás. Gente de todo el mundo llegaba al puerto de Mira, muy pronto marineros italianos llevaron la historia y la costumbre a su tierra natal y al difundirse al secreto comenzó a popularizarse por todo el mundo occidental y San Nicolás seguía llevándose el mérito.

Cuando la costumbre llegó a Alemania, el nombre de este santo fue traducido como San Niklaus, de Alemania se llevó a Holanda donde el nombre en llegó a ser Sinter Klaus; los holandeses trajeron la tradición al Nuevo Mundo en los años 1600 en América, Sinter Klaus fue cambiado a Santa Claus. La fama e inspiración de San Nicolás continuaban en aumento.

Tomado de LOGOI,Inc. 1997.

TITULARES

 
Revistas
Publicidad
Portada de HOY

JPG (797 Kb)      |       PDF (312 Kb)


Publicidad
Editorial

Opinión

El referéndum no fue una broma

[Manfredo Kempff]

Perdices bien mareadas

[Humberto Vacaflor]

La imprevista crisis del agua

[Alberto Zuazo]

La carrera prematura

[Harold Olmos]

Juventud rural y desarrollo productivo

 
Portada Deportes

JPG (434 Kb)      |      


Caricatura

Cotizaciones
1 Dólar:6.96 Bs.
1 Euro:7.17 Bs.
1 UFV:2.17171 Bs.

Impunidad