Seguridad en las actividades de Turismo de Aventura

Hace poco tiempo se supo de la noticia de un aparatoso accidente en el Departamento de Cochabamba, mismo que fue ampliamente difundido por las redes sociales, en el que se aprecia a una muchacha parada en el borde de un puente alistándose para saltar, realizando la actividad de salto bungee o puenting; cuando efectúa el salto y durante la caída se rompe la cuerda de sujeción y cae estrepitosamente al río, causándose lesiones en su humanidad.

A partir de dicha noticia, las autoridades, especialmente las del Viceministerio de Defensa del Consumidor empezaron a movilizarse para “suspender” a la empresa que realiza este tipo de actividades de aventura y controlar a otras empresas similares y algunos días después de la noticia aparentemente todo quedó en el olvido.

No obstante el tema es más complejo de lo que se difundió en su momento, de hecho es importante mencionar que desde hace más de 10 años se efectúan en nuestro país varias actividades de turismo de aventura, entre las principales están: Andinismo, trekking, biking, rafting, cañonismo, parapente, espeleismo, salto bungee, tirolesa (canopy), escalada en roca y rápel como las más importantes y que a nivel internacional existen más de 30 actividades de aventura que se efectúan en agua, aire o tierra.

Desde luego la novedad y la búsqueda de adrenalina son algunos de los principales aspectos que motivan a las personas a realizar dichas actividades, y a veces se deja de lado los importantes criterios de seguridad y el riesgo durante la ejecución de las mismas. Desde hace varios años se evidenció accidentes por actividades de aventura, como los producidos en el “camino de la muerte” con la actividad de biking, donde varios turistas, principalmente extranjeros, se accidentaron y varios de ellos se embarrancaron e incluso fallecieron; otros fueron los accidentes durante la escalada y ascensiones a las montañas, en las que se accidentaron varios escaladores, uno de los más recientes en el Illimani a finales del mes de abril, cuando un turista alemán murió por una avalancha y cuyo guía quedó herido, pero sobrevivió.

Si bien la Ley General de Turismo Bolivia te Espera, No 292 del 2012, menciona como una de las modalidades el Turismo de Aventura, hasta la fecha no se presentó la reglamentación de la mencionada ley y menos aún se trabajó en reglamentos específicos para las actividades de turismo de aventura que permitan tener un marco de referencia para la práctica y operación de los mismos, por lo tanto la operación de estos se hace de una forma libre. Así también es importante mencionar que no existen en nuestro medio instancias que certifiquen a dichas empresas ni a los guías o monitores de este tipo de actividades de aventura.

Para mejorar la situación en el corto plazo y reducirse los incidentes, debería partirse desde la iniciativa de las propias operadoras el poder tener mayores y mejores criterios de programación para la operación de las mismas mediante protocolos de seguridad, de procedimientos y verificación para las actividades que realicen. Usualmente solo se considera el equipo y las certificaciones que éste tenga, pero no solo depende de ello, también es importante considerar el entorno donde se realiza (clima, geografía, ubicación, etc.), el personal (capacitado y especializado), la características de la actividad de aventura, entre otros aspectos fundamentales para la óptima ejecución de los mismos.

Si bien el riesgo es parte de la identidad de muchas de estas actividades, este riesgo debería ser controlado hasta donde sea posible para minimizar incidentes y problemas; es importante mencionar que el turismo de aventura es uno de los que más crecimiento tiene, según las tendencias internacionales y que a nivel mundial representa aproximadamente $ 263.000 millones de dólares de acuerdo con la Asociación de Turismo de Aventura (ATTA por sus siglas en inglés), además que las diferentes y nuevas actividades rápidamente se ponen de moda. También cabe destacar que nuestro país por sus características es uno de los destinos con mayor potencial en este tipo de modalidades de turismo, que seguramente irán siendo cada vez más populares en el futuro.

El autor es Magíster en Turismo.