Tarija después del incendio en la Cordillera de Sama

El incendio que el pasado agosto asoló por seis días cerca de 13.000 hectáreas (h) de la Reserva Biológica de la Cordillera de Sama en Tarija y puso en riesgo las principales fuentes de abastecimiento de agua de la ciudad dejó una serie de tareas pendientes para las autoridades y la pregunta del qué viene después del fuego.

Frente a la amenaza latente de un evento similar, a menos de cumplirse un mes del siniestro, “Naturaleza Tierra y Vida (Nativa)” y la Cooperativa de Agua y Alcantarillado de Tarija (Cosaalt) publicaron un plan de “restauración ecológica” que prevé, al menos, seis años de trabajo.

De manera preliminar, el plan prevé ser ejecutado solo sobre 3.517 hectáreas del total afectado, pues estas corresponden al área de concesión de Cosaalt, en el sector denominado Rincón de la Victoria, fuente natural de agua que aprovisionan a la Ciudad de Tarija, y aporta el 40 por ciento del volumen total que consume el área urbana.

NATIVA

“Cada vez que se incendia uno de nuestros bosques, algo único e irrepetible se pierde. Para siempre no, pero a escala humana es casi para siempre; pasarán entre 20 o 40 años hasta que una zona quemada vuelva a ser lo que era. Ese aspecto único de la naturaleza lo perdemos para siempre”, inicia el artículo “Plan de restauración de la flora nativa del Rincón de la Victoria”, publicado en el número 62 de la revista digital “El Chajá”.

La revista digital es producida por Nativa, una organización no gubernamental, sin fines de lucro, orientada a la conservación del medioambiente, que realiza también un trabajo trinacional en Bolivia, Argentina y Paraguay “bajo el proyecto Gran Chaco Proadapt”, entre otros.

En ese marco, Cosaalt y Nativa van trabajando en el “Plan de restauración ecológica en el área de concesión de Cosaalt en la Cuenca del Río de La Victoria”, buscando implementar medidas para prevenir o eliminar el riesgo de incendios.

El objetivo de la propuesta es “restaurar la vegetación nativa del Rincón de la Victoria, para reducir la vulnerabilidad de la vegetación frente a los incendios forestales, sugiriendo que en el proceso de reforestación se disminuya la presencia de especies de plantas con mayor combustibilidad.

Para definir los alcances, se está iniciando con la evaluación de daños para luego recuperar el ecosistema, implementando un vivero forestal para la producción de plantines de especies nativas, monitorear y realizar el seguimiento para garantizar una buena tasa de enraizado de la nueva vegetación.

“Frente a los daños generados por estos incendios, es urgente implementar cuanto antes acciones tendientes a mantener o recuperar las funciones fundamentales del ecosistema de la cuenca del Rincón de la Victoria” señala Iván Arnold, director de Nativa.

Destacó la presencia de especies coníferas, que son aquellas especies de pinos exóticos o que no son del lugar pero se encuentran en la cuenca y que por sus características, son más inflamables que otra especie.

La información, recabada de trabajos previos realizados por Nativa en esta área, señala que “el pino de Cerro (Podocarpusparlatorei) y Laurel de Cera (Myricapubes-cens) que son nativas del lugar no presentan estas características al igual que las especies de Alizos (Myri-casp)”.

El vivero incidirá en la producción de plantines de pino de cerro, guayabo, aliso, entre otras especies nativas identificadas luego de un estudio que también permitirá ver cuáles tienen crecimiento más rápido y realizar todo un análisis de otras especies nativas para la restauración del bosque.

El plan menciona que la restauración debe ser gradual con una tasa de reposición del 20 por ciento anual; este trabajo debe realizarse durante un periodo de 5 años para lograr la restitución del 100 por ciento de la vegetación de esas 3.517 hectáreas, además de considerar un año más para realizar el seguimiento de las nuevas plantaciones y, de ser necesario, reponer las especies que no lograron sobrevivir.

En este sentido, la restauración permitirá no solo recuperar la composición y la estructura del ecosistema, sino también la funcionalidad de este, señala la propuesta que fue elaborada por el equipo de trabajo de Nativa compuesta por Iván Arnold, Nelson Flores, Veronica Sanjinés y la periodista Inga Olmos, en coordinación con Cosaalt cuya gerencia está a cargo de Fernando Vidaurre. (El Diario - Revista digital El Chajá).